— Lucas Tomson —Había estado viajando a la cabaña todas las semanas, por más que quería venderla a alguién más me mantenía aferrado a los recuerdos que yacían en ella, tambien porque eso ya no me incumbia pues no estaba a mi nombre, pero de igual forma no quería soltar lo que vivimos aquí por ningun motivo, por lo menos no ahora.
Iba camino nuevamente en esa dirección, hoy el sol decidió salir a iluminar todo con sus enormes y encandecentes rayos, gracias a eso el frío no era tan abrumador, la brisa resoplaba y chocaba en todo mi cuerpo, disfrutaba del camino, acercándome pude ver a lo lejos al auto de Ángela a un costado de la carretera.
¿Qué hacía ella aquí?
Los árboles obstruyeron mi vista unos segundos, tomé la curva, luego reapareci estacionando a unos cuantos centímetros de dónde estaba ella para que no pudiera verme, ella estaba de pie junto al auto hablando con alguién por llamada, la notaba nerviosa y alegre, aprecié un JEEP negro majenando a toda velocidad, Ángela se encontraba casi en el centro de la carretera angosta recogiendo algo del suelo, grité su nombre y bajé de mi moto corriendo hacía donde estaba ella, pero para entonces era tarde.
Llamé a una ambulancia de inmediato, el sujeto del JEEP se dio a la fuga, logré tomar una piedra lanzarla a la parte de atrás de la camioneta y grabé el número de la placa en mi cabeza AB-12345, de nuevo con Ángela quién alucinaba en el asfalto, tomé su cabeza con cuidado al ver toda la sangre que se esparcía, quería ayudar a que parara de sangrar, hice un poco de presión, con los ojos nublados por las lágrimas la observaba con un nudo inmenso en mi estómago.
— Por favor no me dejes. — Me acerqué a su rostro, mi voz temblaba y era quebradiza, las palabras casi no salían.
Tome su cartera, sus llaves y su celular. La ambulancia llegó en menos de lo esperado, la acomodaron en la camilla con cuidado, la subieron, siempre me mantuve junto a ella, subí al instante y la sostuve de la mano, los paramédicos le revisaban el pulso, miraban sus pupilas, ella sólo parpadeaba suavemente una y otra vez, sólo se podía observar lo blanco de sus ojos, estaban más cerrados, ella estaba más del otro lado que de este, su rostro tenía rasguños y ematomas, la sangre que desvordaba detrás de su cabeza la retuvieron los paramédicos con vendas y gazas, mis manos, quijada y camisa estaban llenas de sangre, mi corazón no dejaba de acelerarse, daría lo que fuera porque ella estuviera bien.
...
— Alex Tomson —
El doctor desvió la mirada entre los presentes. — It is very likely that she will lose her memory, there is a fifteen percent probability that she will not, there were signs when we admitted her to the emergency room, she began to wake up, she just babbled nonsense, she managed to name someone. — Es muy probable que pierda la memoria, hay un quince porciento de probabilidad de que no, hubo indicios cuando la ingresamos a urgencias, comenzó a despertar, sólo balbuceaba cosas sin sentido, logró nombrar a alguién.
Sebastián.
— But in the same way we will not be able to know until she wakes up, she is now in a coma from the anesthesia that we provide, for now only her brother will be able to see her, the others will be able to tomorrow, she must rest, the important thing is that she is out of danger. — Pero de igual forma no lo podremos saber hasta que despierte, ella ahora se encuentra en coma por la anestesia que le suministramos, por ahora sólo su hermano podra verla, los demás podrán mañana, ella debe descansar, lo importante es que esta fuera de peligro.
— Can I go now? — ¿Puedo ir ahora? Sebastián caminó unos pasos hacía el doctor.
— Of course, but first, are any of you a couple of the lady? — Por supuesto, pero primero ¿Alguno de ustedes es pareja de la señorita? Lanzó una mirada entre Ben, Lucas, Daniel y yo.
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Cuando los Caminos se Juntan. © (Segundo libro)
Romance(COMPLETA) Parte final de "Cuando menos te lo esperas". Nunca te rindas, a veces la ultima llave es la que abre la puerta, pero tienes que asegurarte de escoger la puerta correcta, una te puede llevar a la vida, la otra te puede llevar a la muerte...