Capítulo extra.

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20 de Marzo. 

El sonido de los parlantes del aeropuerto mencionando el próximo vuelo saliente me sacaron de mis pensamientos, me encontraba sentada en una silla con mi maleta de mano a un lado, admito que no fue fácil pedir el permiso en el trabajo, pero mintiendo un poco sobre que mi mamá estaba grave en el hospital y me necesitaba lograron darme sólo cuatro días para ir y venir lo antes posible, estaba muy emocionada por el nacimiento de Olivia, así la habían nombrado, mi hermosa sobrina nacía mañana, había llamado a mi hermano para avisarle que saliamos en veinte minutos, ambos sabíamos que era un viaje largo de siete horas, eran las once y cuarenta de la noche y nuestro vuelo salía a las doce, para eso de las cinco estaríamos llegando a Canadá y a las seis estaríamos en casa, cansados, pero listos y entusiasmados.

Ahora, seguramente se estarán preguntando.

¿Nuestro vuelo?

¿Estaríamos llegando?

En esta ocasión no me encontraba viajando sola, mi pareja me acompañaba, en estos momentos él había ido por unos dulces y bebidas para el viaje, las cosas que vendían en el avión eran algo costosas, más caro que en el mismo aeropuerto. 

— Compré las gomitas que te gustan, unos chocolates, ponquecitos, dos aguas y dos Sprites. — Se acercó y lo ayudé guardando la bolsa con las compras en su bolso. 

— ¿No crees qué es demasiado? — Pregunté mientras se sentaba a mi lado.

— No, sinceramente me pongo muy nervioso en los aviones y suelo comer por demas. — Comentó divertido.

Solté una pequeña carcajada. 

— ¿Cómo crees que irán a reaccionar? — Me preguntó serio.

Nadie sabía que había comenzado una nueva relación con alguién, no estaba lista para contarles, pero ahora era el momento perfecto para hacerlo y mejor aún en persona. 

Suspire. — De la mejor manera posible, eres una excelente persona, te amarán, además ya te conocen, será fácil. — Lo animé mirándolo con ojos tiernos.

— Pero tengo años sin verlos, y no todos me conocen ¿Y Alex? ¿Crees qué lo tomará bien? — Me miró asustado y dudoso.

— Hey, mi historia con él es pasado ¿Ok? Él estará de acuerdo y se pondrá feliz, no te preocupes tanto. — Lo tomé de las manos que estaban en su regazo. — Deberías pensar en tu hermano, Max te revivirá con sus molestos comentarios y sus chistes de mal gusto como siempre. — Reí.

Lo hice sonreir y eso me alivió. — Ya estoy acostumbrado, esa es su forma extraña de demostrar cuanto me quiere. 

Sonreí y me acerqué para darle un tierno beso.

— Todo va a estar bien, Drake. — Lo miré aún cerca de su rostro, él me volvió a dar otro beso cálido y luego nos acomodamos en las sillas nuevamente. 

— Los pasajeros del vuelo 507 con destino a Canadá por favor abordar en la puerta ocho. 

Ese era el nuestro, por suerte no estábamos tan alejados de la puerta de embarque y llegamos de terceros, dimos nuestros tickets y enseguida pasamos al pasillo largo que nos dirigía a la entrada del avión, el piloto recibía a sus pasajeros en la puerta cortesmente, nos adentramos y caminamos por el angosto pasillo hasta los puestos E14 y E15, nos acercamos y agradezco muchísimo que nos hubiera tocado en una de las alas, Drake me dejó sentar del lado de la ventana, al subir todos y asegurar las aeromosas comenzaron el típico protocolo de seguridad, cómo usar el cinturón, cómo usar las bolsas de oxígeno en caso de emergencia, dónde estaban situados los chalecos salvavidas y como ponerlos, etc, terminado y acomodadas en sus asientos el piloto habló gentilmente por los parlantes anunciando la hora de salida, el destino y la hora estimada de llegada, finalizó diciendo que disfrutaramos el vuelo y se dispuso a despegar. 

Cuando los Caminos se Juntan. © (Segundo libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora