El deseo.
Algo tan controlador y feroz. El deseo carnal, irresistible y empoderado, te hace querer sentir a alguién cerca de ti con todas tus fuerzas, éste es aún más poderoso y aterrador. No puedes controlarte por más que lo intentes, y mucho menos si la otra persona te incita y provoca dejándote con las ganas cada vez que puede, y aunque también sufra al quedar empezado, eso no me quita la idea de que se siente ganador y es ahí cuando sientes la necesidad de querer borrarle esa sonrisa de la cara, pero a veces no tienes el valor, porque sabes que eres débil y terminarás entregándote toda.
...
No tenía idea de la hora, mi celular había muerto al descargarse y no llevaba un cargador conmigo, miré discretamente el móvil de Lucas que había dejado en la mesita del centro, el reloj marcaba las cuatro de la tarde, vaya, el tiempo si que esta transcurriendo lento, estaba confundida pensando que estaba por anochecer debido al mal clima el cual hacía aparentar que eran las seis de tarde.
Había estado tan perdida en todo lo demás que me olvidaba que me encontraba algo mojada por la lluvia que recibí antes de entrar a la cabaña, ya me había secado un poco, pero aún seguía teniendo partes húmedas en mi camisa, sobre mis hombros y algunos mechones de mi cabello, no estaba empapada, pero debía ducharme para evitar pescar un resfriado.
Lucas salió del baño bastante rápido, llevaba una toalla blanca envuelta alrededor de sus caderas, dejando su torso al descubierto, alabada sea semejante escultura que se gasta el bagre. Resistiéndome a las tentaciones de satán me dirige al baño para ahora tomar el lugar de Lucas y ducharme.
— Las toallas están dentro del estante. — Señaló el que se encontraba dentro del baño.
Asentí observándolo descaradamente, devorándolo con mis ojos. El sacudía su cabello en otra toalla caminando a la cama. Analicé la situación ¿Qué ropa se pondría? ¿Qué ropa me pondría yo? Era lo de menos, yo volvería a ponerme la misma ropa, la mía no estaba tan mojada, ya casi estaba seca, pero la de Lucas, estaba absorbida en agua.
— ¿Qué te pondrás? — Me miró pícaro cuando pregunté.
— No pongas esa mirada, sabes que pregunto porque tu ropa esta mojada. — Señalo la ropa que dejó tirada en el suelo del baño. — Ni creas que la recogeré por ti. — Puse los ojos en blanco.
— Puedo quedarme desnudo si quieres. — Llevo una de sus manos al amarre que tenía para que no se cayera su toalla, amenazando en soltarla, me ruborice al instante poniéndome nerviosa. Cerré la puerta del baño conmigo adentro dejándolo con su cara desvergonzada.
Saqué una toalla y la coloqué encima del lavamanos que estaba junto a la ducha, retiré mis zapatos y mi ropa, agradezco que hoy me había decidido por unos jeans altos, unos zapatos converse blancos y una camisa color palo de rosa, entré a la regadera, las puertas eran de un vidrio liso, el agua caliente comenzó a salir quemándome un poco, la acomode para que quedara en una temperatura agradable, la nube de humo comenzó a expandirse por el baño, empañando nuevamente el espejo y las puertas frente a mi, el agua comenzó a resbalar por mi cabeza haciendo que las gotas pasaran por mi rostro haciéndome cerrar mis ojos, se sentía una tranquilidad espeluznante, escuchaba la lluvia cada vez hacerse más poderosa chocando con el techo haciendo estruendo en todo el lugar, pero no era nada aterrador, era pacífico, escuchar ese sonido me producía una sensación de cosquilleo por todo el cuerpo, pero esa paz me fue arrebatada por el sonido de la puerta del baño cerrándose.
Yo lo había cerrado antes ¿Cierto?
De inmediato abrí mis ojos y pensé en Lucas, inconsciente de mis acciones giré mi rostro a la puerta de vidrio, no lograba ver nada por lo empañada que estaba, pero logré ver una especie de sombra borrosa y empañada cuando Lucas se acercó a la ducha.
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Cuando los Caminos se Juntan. © (Segundo libro)
Romans(COMPLETA) Parte final de "Cuando menos te lo esperas". Nunca te rindas, a veces la ultima llave es la que abre la puerta, pero tienes que asegurarte de escoger la puerta correcta, una te puede llevar a la vida, la otra te puede llevar a la muerte...