Epílogo.

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Dos meses después.

Cinco de Febrero.

Fue difícil adaptarme el primer mes, era un mundo y un ambiente completamente distinto al que estaba acostumbrada, pero poco a poco me fui acomplando, todavía no lograba manejar el idioma Francés, pero al menos podía defenderme con el Inglés. 

Caminaba por el oeste de París, sus calles eran bastante peculiares, bueno, en realidad todo aquí lo era, sus vias eran parecidas a grandes bulevares y avenidas, generalmente rectilíneas, daba pasos sin rumbo observando la belleza de la ciudad en la noche, pero una de las cosas que me encantaban de aquí era que no importaba si estaba oscuro o era de día la ciudad permanecía siendo bella.

Tras vagar sin rumbo terminé en el Place de Charles De Gaulle, una emblemática plaza parisina dónde se encontraba el Arco del triunfo, me detuve cerca admirando su infraestructura, sus colores, esta ciudad te dejaba sin palabras, miré a mi alrededor y deslumbre una avenida con cines, cafés y restaurantes, los olores de las palomitas, de la cafeína y de las comidas comenzaron a llenar mis fosas nasales inundandome en sus deliciosos y apetitosos aromas, mi estómago comenzó a rugir llamando mi atención, era hora de comer algo.

Me dirige a la cafetería que estaba menos llena, hacía una fila de unas cinco personas, esperaba pacientemente, después de un rato estaba frente a la chica que me atendería, era una morena alta bien parecía, tenía unos ojos grises bastante llamativos y una cabellera pelinegra espectacular.

— Good nights. — Buenas noches.  Hablé cortésmente.

— Welcome, what do you want to order? —  Bienvenida ¿Qué deseas ordenar? — Me atendió amablemente hablándome en Inglés, y por su acento sabía que no era de aquí.

— Wow, it's good to meet someone who speaks to me in English. —Vaya, es bueno encontrarme con alguién que me hable en Inglés. — Sonreí divertida.

— I was saying that accent was familiar to me, Canada, right? — Ya decía yo que ese acento se me hacía familiar, Canadá ¿Cierto? — Me señaló con su dedo índice entrecerrando sus ojos mientras me miraba a la espera de mi respuesta.

— That's right. — Así es. Sonreí. 

— I'm also from there. — También soy de allá.  Me dio una sonrisa calida. — And tell me what brought you here? —Y dime ¿Qué te trajo por aquí?

— Work, an exchange with one of the most fascinating companies in Paris. — Trabajo, un intercambio con una de las empresas más facinantes de París. Derroche orgullo un poco.

Me miró sorprendida. — Bueno pues ¡Felicidades! — Well, congratulations!  Ambas reímos. — Fine, what do you want to order? — Bien ¿Qué deseas ordenar? — Preguntó sonriente mirando detrás de mi.

Esta chica si que era simpática, me agradaba.

Mire a mis espaldas. — Sorry, I'm delaying everything — Lo siento, estoy retrasando todo. Reí nerviosa. — It will be a macchiato and a... — Será un macchiato y un... Hice una pausa leyendo el pequeño menú que tomé del mesón dónde estaba la caja registradora. — Croissant aux amandes. — Me tardé en pronuncionarlo y lo hablé pausado debido a que se me hacía complicado su nombre.

— Perfect, it would be eight euros. — Perfecto, serían ocho euros. — Saqué el dinero y se lo entregué. — And calm down, I also take time to learn how to pronounce things here. — Y tranquila, yo también tarde tiempo en aprender a pronunciar las cosas aquí. — Me consoló. 

Cuando los Caminos se Juntan. © (Segundo libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora