Entré a ducharme lo más rápido que pude, salí del baño y fui directo a vestirme, me coloqué el vestido e inmediatamente caminé hasta el espejo del closet para verme con el puesto, era tan hermoso, no sabría explicar como me sentí al verme así, era perfecto, se apegaba sutilmente a mi cuerpo y llegaba a la perfección a mis tobillos, no podía dejar de mirarlo, pero recobre conciencia y miré la hora, no tenía mucho tiempo, así que me maquillé sencilla, pero que destacara, me puse los accesorios, le hice algunas ondas a mi cabello, tomé los tacones con mi mano izquierda, por ultimo me rocié un poco de perfume con aroma frutal y salí de la casa.Estando afuera, caminé hasta el auto, me subí en este y me coloqué los tacones.
— ¿Ahora a dónde me llevas, Fredrick? — Le pregunté al chofer. Fredrik era nuestro chófer personal cuando teníamos eventos importantes, como éste, al parecer.
— Lo siento señorita, Ángela. — Miró por el espejo retrovisor. — Pero tengo ordenes exclusivas del señor Alex, así que no puedo decir nada, usted sólo disfrute y diviertase. — Dijo sonriendo y luego volvió a mirar el camino.
Yo simplemente sonreí y sacudí mi cabeza suavemente, me acomodé en el asiento y recosté mi cabeza por la ventana del auto y comencé a observar todo a ver si lograba descifrar a donde me estaban llevando.
Si no estaba mal, me parece que salíamos de la ciudad e íbamos hacía las afueras. Podía ver las luces de los edificios destellando e iluminando todo a su alrededor hasta que dejé de verlos y sólo podía contemplar la fría oscuridad de la carretera.
— ¿Falta mucho? — Pregunté inquieta.
— Paciencia señorita, paciencia. — Fue lo único que dijo, continuó conduciendo tranquilamente hasta que a unos cuantos kilómetros giró a la derecha y entró a un lugar enorme lleno de luces.
Al adentrarnos pude observar una entrada larga la cual estaba por completo llena de luces desde el inicio hasta la entrada que ayudaban a guiarnos, mientras más nos acercábamos alcancé a notar que era un jardín botánico, pero no como cualquier otro, yo conocía este en especial, aquí fue donde conocí a Alex por primera vez, aquí fue donde comenzó todo entre nosotros.
— Flashback —
Recuerdo perfectamente ese día como si hubiera sucedido hace nada, vine a este jardín porque quería comprarle unos flores a mi cuñada por su cumpleaños, pero estaba tan confundida, era mi primera vez comprando en un lugar así y la verdad no soy muy buena para elegir regalos, mucho menos plantas, mi hermano no pudo acompañarme por estar trabajando y de igual manera no creo que hubiera sido de mucha ayuda.
Caminé por casi todo el lugar y no encontraba algo que me convenciera, me cansé de ver flores así que tomé una que se encontraba en una esquina, eran unos tulipanes, se veían apagados, no sabía que hacer, pero no iba a pedir ayuda, suelo ser algo tímida y orgullosa, iba camino a pagar la plantita cuando me crucé con aquel chico simpático de ojos color miel.
El era más alto que yo, su cabello era un amarillo chillón, de piel blanca, llevaba un lunar debajo de su ojo izquierdo y dos en sus barbilla, sus cejas eran bien pobladas, no tan gruesas, sus labios eran delgados y rosados, se veía como un maldito Ángel.
— Disculpa ¿Trabajas aquí? — Tardé en contestar al quedar anonadada con aquellos amielados ojos que ahora me miraban.
— N-no, lo siento. — Tartamudee un poco por los nervios.
— Ah, que vergüenza, pareciera que sí. — Sonrió gentilmente y cabizbajo mostrando verguenza. — Es que ando un poco perdido.
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Cuando los Caminos se Juntan. © (Segundo libro)
Romance(COMPLETA) Parte final de "Cuando menos te lo esperas". Nunca te rindas, a veces la ultima llave es la que abre la puerta, pero tienes que asegurarte de escoger la puerta correcta, una te puede llevar a la vida, la otra te puede llevar a la muerte...