스물 아홉

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10 de abril, 9526 a. C. Monte Olimpo

NamJoon no sabía por qué había accedido a encontrarse con Artemisa. La simple idea de verla en ese preciso momento le daba ganas de vomitar… lástima que no pudiera hacerlo. Durante casi un año entero, había estado recogiendo los destrozos de Apolo. Había apolitas que se convertían en daimons chupa-almas casi todos los días.
Aunque tampoco podía culparlos. La reina atlante solo había enviado a un reducido grupo de soldados para asesinar a su hermana y a su sobrino. Presa de los celos porque Apolo ya no compartía su cama, la reina atlante había volcado todo su veneno en Ryssa. En mitad de la noche, los hombres de la reina se habían colado en la habitación de su hermana y la habían matado mientras amamantaba a Apolodoro.
Después, una vez que Apolo lo mató a él, el dios se revolvió contra la raza que había creado. Dado que los asesinatos se habían llevado a cabo de tal forma que pareciera que un animal había atacado a Ryssa y a Apolodoro, Apolo los maldijo a alimentarse los unos de los otros. Solo la sangre apolita podía mantenerlos con vida. ¿Qué les pasaba a Apolo y a Artemisa para estar tan obsesionados con la sangre?
Por si eso fuera poco, Apolo los había desterrado de la luz del sol para que nunca más tuviera que verlos y recordar así su traición. Y para que nadie dijera que hacía las cosas a medias, condenó a toda la raza a una muerte lenta y dolorosa el día de su vigésimo séptimo cumpleaños. Justo la edad a la que había muerto Ryssa.
Dada la severidad del castigo, podría sospechar que el dios amaba a su hermana. Sin embargo, sabía que no era así. Apolo era tan incapaz de amar como Artemisa. Simplemente era una demostración de su poder. Una advertencia a cualquier otro que estuviera pensando en volverse contra él. De hecho, Apolo había hecho correr el rumor de que él destruyó la Atlántida para vengarse de los apolitas.
Cabrón imbécil… Y más imbécil era la gente por tragarse sus mentiras.

NamJoon había guardado silencio, no para proteger al dios, sino porque la patética arrogancia de Apolo le hacía gracia.
Esa estupidez sería la perdición de Apolo. En ese mismo instante su madre estaba encerrada en su prisión, tramando la muerte del dios griego… junto con la de Artemisa. En cuanto Apolo maldijo a su pueblo, Apolimia fue en busca de Strykerio, el hijo condenado del dios, y le enseñó la manera de eludir la maldición, para lo cual los apolitas tenían que apropiarse de almas humanas a fin de prolongar sus vidas.
Con razón Savitar no había querido revelarle el nombre de la diosa contra la cual tendría que luchar.
Era su propia madre. Apolimia era la cabecilla del ejército de daimons que buscaba venganza. Debería haberlo sabido.
Su propia venganza había sido mucho más directa. Había perseguido a los asesinos de su hermana y de su sobrino… al menos a los que habían sobrevivido al ataque de su madre, y les había hecho maldecir el día que nacieron.
En ese momento estaba en guerra contra su propia madre.

Soltó un suspiro apesadumbrado.

—Algún día mataré a esas puñeteras Moiras.

Sin embargo, eso tendría que esperar. Porque ese día iba a ver a Artemisa para averiguar por qué llevaba varios meses amenazando con matarlo. Desde que murió, ni su madre ni Artemisa le habían dado un momento de tregua con sus gritos y sus exigencias. Salvo en ese mismo instante, que no escuchaba a ninguna.
Sintió en la espalda el estremecimiento que anunciaba la llegada de Artemisa. Se tensó a la espera de escuchar su voz gritona. Sorprendido por su silencio, se volvió y la vió de pie, indecisa.

—¿Por qué estás tan nerviosa, Artemisa?

—Has cambiado.

Soltó una carcajada ante semejante agudeza. Había cambiado. Muchísimo. Ya no era un esclavo servil, era un dios cabreado que quería que el mundo lo dejara tranquilo.

—No me gustas con el pelo negro.

La miró con sorna.

—Y a mí no me gustas con la cabeza sobre los hombros. Supongo que no siempre podemos tener lo que más nos gusta, ¿no crees? —La miró con los ojos entornados—. No tengo tiempo para tonterías. Si solo quieres mirarme, mírame la espalda mientras me voy.

◆☆🏛남준: 최초의 다크 헌터🏛☆◆[𝙰𝚍𝚊𝚙t] →❁𝓝𝓪𝓶𝓙𝓸𝓸𝓷❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora