🏛Chapter 6🏛

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—¡Madre mía! Es un tipo muy alto.

_____ se rió al escuchar a Pam, que miraba a Nam boquiabierta.
Él meneó la cabeza, ya que era la enésima vez que la chica decía lo mismo desde que entró en la casa.

—Pam, para ya —la reprendió Kim mientras dejaba la pizza en la mesita—. Vas a hacer que se sienta incómodo.

Pam soltó su cerveza al lado de las cajas.

—Bueno, estará acostumbrado a que se lo digan. Con mi metro sesenta y cinco, sé que soy alta. ______ mide uno setenta y cinco, así que es normal que nos resulte extraño ver a alguien más alto que nosotras. Sobre todo si a su lado nos sentimos como enanas, ¿a que sí, _____? —Pam se colocó al lado de Nam y se puso de puntillas—. Kim, tú no pasas del metro cincuenta. No tienes ni idea de lo que es ser más alta que la mayoría de los tipos. ¡Con Nam podría llevar tacones por fin!

Él se echó a reír antes de levantarla del suelo y dejarla junto al sofá.

—¡Ay, me va a dar algo! —exclamó mientras la soltaba—. Es la primera vez que un tipo me carga en brazos sin gruñir como si estuviera muriéndose. Estoy en la gloria. ¡Cásate conmigo, Nam, por favor!

—Te diría que sí, pero ahora mismo no tengo tiempo para papeleos.

______ pasó de ellos al entrar en el salón con los diarios de la excavación. Apartó las cajas de pizza para hacer sitio en la mesita y soltarlos.

—Bien, esto es del último año.

Nam se arrodilló y empezó a hojearlos.
Ella se inclinó sobre su hombro para repasar lo que había escrito.

—¿Ves? Casi todo es cerámica y fragmentos. Unos cuantos frisos y algunas jarras.

Nam se detuvo al ver un objeto tan familiar que lo dejó sin aliento. La peineta de Ryssa. La compañera de la que encontró siglos atrás. Con el corazón en un puño, pasó la mano sobre la fotografía y recordó lo guapa que estaba su hermana con ellas en su pelo rubio.

—Es increíble lo bien conservada que está, ¿verdad? —le preguntó ______, ajena al hecho de lo mucho que significaba ese objeto para él—. Las perlas siguen intactas donde las incrustaron. El diseño es muy actual, un trabajo artesanal fantástico.

—Sí. —Se obligó a pasar la página para seguir viendo fragmentos de cerámica antes de que se delatara echándose a llorar.

Y entonces lo vió.

—¿Dónde está esto?

______ frunció el ceño al escuchar la voz severa de NamJoon. Cuando miró por encima de su hombro, vió la recargada daga de oro que Bruce había encontrado.

—Esa pieza sigue en el laboratorio, ¿por qué?

—La necesitamos.

¡Vaya! Parece un general dando órdenes en el ejército.

—¿Es valiosa?

Nam titubeó. Desde el punto de vista de ______, la daga no tenía más valor que el económico, pero dado que era un arma capaz de matar cualquier cosa que respirase, para él era extremadamente valiosa. Igual que lo era para otras muchas criaturas que harían cualquier cosa con tal de echarle el guante.

—Sí.

Pam puso los ojos en blanco.

—No entiendo cómo les gustan esas baratijas tan antiguas.

Kim le dió unas palmaditas en el hombro.

—Tú tranquila, cariño. Nosotros tampoco entendemos tu obsesión por coleccionar muñecas BeGoth y no te decimos nada. —Miró a ______—. Deberías habernos acompañado en la búsqueda de Leda Swanson. Me arrastró por tres estados hasta que por fin encontramos la dichosa muñeca en una tienda de Alabama.

◆☆🏛남준: 최초의 다크 헌터🏛☆◆[𝙰𝚍𝚊𝚙t] →❁𝓝𝓪𝓶𝓙𝓸𝓸𝓷❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora