◆☆🏛남준: 최초의 다크 헌터🏛☆◆[𝙰𝚍𝚊𝚙t] →❁𝓝𝓪𝓶𝓙𝓸𝓸𝓷❁

🏛Chapter 17🏛

Nam escuchó que la puerta de la habitación se abría de nuevo. Como esperaba a ______, no se movió hasta que sintió la presencia de Dev a su lado. Abrió los ojos y vió que el oso lo miraba con una mezcla de miedo, preocupación y furia.

-¿Qué ha pasado? -preguntó él, temeroso de escuchar la respuesta.

-Un grupo de demonios acaba de llevarse a ______.

Tardó todo un minuto en asimilar las noticias, incapaz de creerlas. Cuando por fin lo hizo, la cólera se apoderó de él. Apretó los dientes mientras luchaba contra el dolor, se vistió con sus poderes antes de apartar la sábana que lo cubría y se puso en pie a pesar de las heridas que todavía no habían sanado.

-¿Adónde se la han llevado?

-A Kalosis.

Soltó un insulto tan soez que Dev se ruborizó. Le costó la vida misma no atacar al oso por permitir que se la llevaran del Santuario. Por suerte para Dev, sabía que no era culpa suya. Los santuarios solo protegían a apolitas, daimons, arcadios y katagarios.
Los demonios se regían por sus propias leyes.
Y se la habían llevado al único lugar al que Nam no podía ir. Bien pensado por parte del enemigo y mejor ejecutado. Les daría la enhorabuena de no ser porque quería despedazarlos con sus propias manos.

Simi apareció justo detrás de Dev.

-Simi puede ir a Kalosis, akri, y traerte de vuelta a akra ______.

-¡No! -exclamó con voz demoníaca al pensar en lo que podían hacerle. Los demonios gallu y los carontes eran enemigos naturales, y aunque Simi podía derrotar prácticamente a cualquier criatura, no podía enfrentarse a un montón de demonios gallu ella sola. Aún era muy joven en cuanto a poder y fuerza se refería-. No pienso poner tu vida en peligro.

Si se habían llevado a ______ para chantajearlo, capturarían a Simi nada más verla. A decir verdad, le sorprendía que todavía no lo hubieran intentado. Claro que, aunque todavía era joven, Simi tenía suficiente poder para presentar batalla y, aunque hubieran conseguido atraparla, les habría costado muy caro.
______, en cambio, estaba a su merced.

-Simi, vuelve a mí.

Con los ojos como platos, su demonio obedeció y se colocó en forma de tatuaje sobre su brazo.

-¿Cuántos eran? -le preguntó a Dev.

-Seis. Aparecieron en el bar justo detrás de ella, como si la hubieran localizado con algún mecanismo. Se la llevaron a través de una madriguera antes de que pudiera llegar a ellos. Lo siento muchísimo. Hicimos todo lo posible.

-Lo sé. -Por eso seguía respirando-. La lucha es ahora entre ellos y yo.

Se teletransportó a Katoteros. Le dolía todo el cuerpo mientras atravesaba el vestíbulo principal, de modo que transformó la ropa humana en la foremasta de seda, mucho más liviana para su magullado cuerpo.
Salió a la terraza desde la que se contemplaba el mar en calma. Pese a la vista, no le gustaba mucho ese lugar. Le recordaba demasiado a la terraza del dormitorio donde el rey lo había retenido en Dídimos. Sin embargo, necesitaba la tranquilidad de ese lugar.

-¿Matera? -dijo, invocando a su madre para que saliera de las profundidades del infierno donde vivía.

-¿Apóstolos?

Contó hasta diez para no estallar y poder hablar con su madre sin que la furia que lo consumía la ofendiera. Aunque eran rivales en cuanto a la humanidad se refería, seguía siendo su madre y la quería lo suficiente como para mantener las formas.

-Te perdoné cuando mandaste a Stryker por Marissa Hunter para liberarte de tu encierro, pero esto... -Hizo una pausa antes de dejarse llevar por la ira-. ¿Cómo has podido hacerlo? -preguntó entre dientes.