🏛Chapter 13🏛

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Nam no le llevó la ropa más tarde. Se la mandó con Aimée, cosa que la decepcionó un poco; pero si Nam prefería comportarse como un cobarde después de encerrarla, que así fuera. Además, le caía bastante bien Aimée, con su corrosivo sentido del humor y su afilada lengua.
Y también le daba más tiempo para planear la venganza contra ese gigante gótico que la sacaba de sus casillas.

Como no tenía nada mejor que hacer, se dió una ducha en el diminuto cuarto de baño con mucho cuidado para no mojar los puntos. Estaba hasta cansada del reposo. No entendía por qué se encontraba tan bien después de todo lo que le había pasado. Solo estaba un poco magullada y eso que había sufrido un accidente casi mortal.
Era rarísimo.

Sin ganas de seguir sola en la habitación, donde sus pensamientos volvían una y otra vez a Dimitri y donde no dejaba de comerse el coco, preocupada por la seguridad de su equipo, salió del dormitorio y fue hacia la zona del bar en busca de un poco de distracción. Cuando cruzó la puerta, Justina y Katherine se levantaron de la mesita a la que estaban sentadas. Justina la miró mientras Katherine vigilaba todo lo que sucedía en el bar.
No sabía dónde estaban las otras sacerdotisas, pero el hecho de que esas dos siguieran allí le resultó curioso.

—¿Qué están haciendo? —les preguntó con una ceja arqueada al ver su nerviosismo.

Katherine apartó la vista, un poco avergonzada.

—Montando guardia para asegurarnos de que nadie te molesta.

Bueno, al menos Nam no les había ordenado que la mantuvieran encerrada en la habitación. Debería darle las gracias por ese detalle.

—¿Por orden de Nam?

Justina sonrió.

—Por fin he encontrado a alguien más mandón que tú. ¿Quién me lo iba a decir? Además, impone un poco más, para que lo sepas.

«Muy graciosa», pensó ______. La idea no le hacía gracia ninguna… seguramente porque era ella la afectada por la actitud dominante de Nam.

—Bueno, ¿dónde está?

Seguro que andaba detrás de la pelirroja o de cualquier otra.

Katherine señaló por encima de la barandilla, hacia el escenario. Cuando miró, se quedó alucinada al ver al tipo que estaba en el fondo del escenario sin ningún foco que lo iluminara. Era imposible confundir a ese hombre alto vestido de negro que tocaba una guitarra negra con llamas rojas.

Justina se colocó a su lado.

—El guitarrista del grupo se fastidió dos dedos justo antes de subir al escenario, así que le han pedido a Nam que lo sustituya.

_____ no daba crédito a lo que veía. Los dedos de Nam volaban sobre las cuerdas de la guitarra, arrancándoles notas perfectas.

—¡Increíble!

Justina sonrió.

—Lo sé. ¿Verdad que es alucinante?

No, Nam sobrepasaba el ámbito de lo alucinante para entrar directamente en el Olimpo de los guitarristas. Ella tocaba un poco, de modo que sabía muy bien qué tipo de talento se necesitaba para hacer lo que estaba haciendo Nam sin que pareciera forzado. No estaba cometiendo ni un solo error.
La audiencia enloqueció cuando interpretó un solo que podría rivalizar con Hendrix, Rhodes o Van Halen.

Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, ______ empezó a bajar las escaleras para verlo tocar de cerca.

Nam no tenía por costumbre mirar a la multitud durante las contadas ocasiones en las que suplía a algún integrante de los Howlers, que solía ser cuando ensayaban o cuando el bar estaba cerrado salvo para los seres sobrenaturales; pero por algún extraño motivo notó el irrefrenable impulso de hacerlo en ese momento. Descubrió a _____ en primera fila, con Justina y Katherine detrás.
El tiempo pareció detenerse cuando clavó la mirada en esos hermosos ojos castaños que parecían llegarle al alma. Se olvidó de todo lo demás mientras la miraba, sobre todo cuando por fin escuchó sus pensamientos por encima de los de los demás.

◆☆🏛남준: 최초의 다크 헌터🏛☆◆[𝙰𝚍𝚊𝚙t] →❁𝓝𝓪𝓶𝓙𝓸𝓸𝓷❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora