Capítulo 66

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Yoongi no podía alejar el terrible sentimiento de miedo que le tenía, iba conduciendo con Jimin a su lado, Taehyung en los asientos traseros y el profundo silencio que hacía todo cada vez peor les estaba envolviendo.

No tardaron mucho en llegar aquel hospital, Yoongi estaciono rápido y simplemente corrió sin importarle nada, fue a recepción y luego de saber a donde debía dirigirse corrió de nuevo hasta allí encontrándose con Rosé, a quien la familia de Hoseok había contactado luego de que se les informara todo a estos, vamos no llamaron a Yoongi porque no tenían buena relación y ni siquiera había sido a Rosé, sino a los padres de esta a quien distinguían y sabían de lo amables que solían ser con su hijo.

— ¿Qué te han dicho?—. La chica escuchó la voz de Yoongi y le miro con tristeza.

— Nada, sus padres dijeron que venían en camino—. Y es que si, estos no vivían en la ciudad. —Yo no sé porque no dicen nada—. La voz sollozante no producía tranquilidad en Yoongi, pero es que la joven no lo estaba tampoco.

Jimin y Tae llegaron mientras estos solo estaban allí tratando de comprender la situación y entonces Rosé observo a su amigo, porque había una situación que no había tocado por teléfono.

— Jamie también iba en el auto—. Dijo causando la sorpresa de los 3 chicos. —Al parecer iban a escapar, pero Hoseok perdió el control del auto—.

— ¿Dónde está?—. Pregunto Jimin por aquella mujer.

— ¿La habitación?—. Comento mientras Jimin asentía y Yoongi ignoro completamente a Rosé y a su esposo luego de que el número de esta fuese dicho para sentarse, pues sentía que las piernas le fallaban y como no, su mejor amigo estaba sufriendo a causa de una lucha que no era suya y el peso de haberle pedido hacerlo estaba golpeándole un poco.

Si, la incertidumbre quedo en todos y más cuando una enfermera comento que estaban operándole y que no podía decir nada más.

Aquellos amigos aguardaron, pero las horas pasaban, incluso los padres de Hoseok llegaron al lugar en busca de respuestas y se encontraron con una enorme pared, una que se rompió luego de una hora de que esos dos padres arribaran.

No, no era la repuesta que todos esperaban, cada uno de los que allí estaban solo querían salir de esa pesadilla, que todo estuviera bien, que esa alegre persona simplemente despertara vencedor y que esto quedase como un mal recuerdo, pero no fue así.

Yoongi dejo de escuchar luego de que el hombre con la expresión apenada soltara todo, luego de que le dijera a los padres de su mejor amigo que se declaraba a este en muerte cerebral.

Jimin sintió aquello con dolor y sin sabor, conocía lo que eso significa, la muerte cerebral es simplemente muerte, es un final que se retrasa gracias a maquinas, así que cuando Yoongi solo se sentó en una de esas heladas sillas fue hasta él para consolarle mientras Taehyung abrazaba a Rosé y la desolación se apodero de cada una de las personas que estaban allí por Hoseok, que esperaban una buena noticia.

— Debe ser un error—. Susurro Yoongi para apartar a Jimin con más brusquedad de la que este hubiese querido.

— Es su culpa—. Bien, Jimin estaba completamente abrumado, así que cuando Yoongi se levantó de la silla no lo comprendió, pero pudo notar una expresión que jamás había visto en el hombre y le siguió cuando la idea de lo que quería vino a su mente.

Para Yoongi era como si solo sus piernas estuvieran en automático y aunque solo había escuchado a Rosé decir la habitación de esa mujer una vez, ahora el número de esta se repetía una y otra vez y era lo único que sus ojos buscaban con tanto ardor que lastimaban.

Nacido para donar (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora