Nacido para donar (YOONMIN)

Capítulo 84

La muerte es difícil de similar, cada uno vive su duelo de diferente forma, Jimin había reprimido su llanto, no porque no sintiese su pecho desbordarse, sino más bien porque debía mostrase fuerte por el pequeño que no soltó su mano en ningún momento, aun así, cuando sintió ese empujón de la mujer que lloraba la pérdida de su hijo solo pudo bajar su cabeza, estaba dolida, pero no esperaba tal comportamiento, aun así, la entendió.

— ¡Vete! —. Pidió la mujer. — ¡Ustedes váyanse! —. Ella estaba desecha, sus ojos rojos e inflamados, su esposo solo estaba a su lado apoyándola y Jimin comprendió que ningún Min le quería ahí.

Jimin junto a su hijo, su abuelo y Rose observo a la mujer, miro como esos ojos lo juzgaban en aquel lugar en donde la foto de Yoongi reposaba en ese marco que dejaba en claro que ya no estaba más en esta vida.

— Solo quiero despedirme—.

— ¿Despedirte? —. Le pregunto la mujer con la voz quebrada. — ¡Esto es a tu causa, mi hijo está muerto por tu culpa! —.

— Señora, por favor controle sus palabras, todos aquí estamos dolidos por tal perdida—. Intervino el abuelo Park.

— ¿Dolidos? Si esto es su culpa, primero Hoseok y luego y mi buen hijo, si ellos se hubiesen alejado de ustedes y su miserable familia, si mi hijo jamás se hubiese enamorado de ti, él seguiría vivo—. Las palabras de odio y dolor golpeaban a Jimin y tristemente el creía que ella tenía razón.

En su mente aquella mujer no tenía más que sinceridad en sus labios, Yoongi y Hoseok estaban muertos por culpa de Jamie, sí, pero esta lo quería a él desde un principio y si nunca hubiese aspirado a más que ser un donante esto no hubiese pasado nunca.

Jimin con ojos vidriosos trago el amargo dolor para poder hablar, aun así, su voz sonaba lastimera. — Se que he causado mucho mal, pero solo quiero despedirme, por favor—. Suplico soltando la mano de su pequeño para buscar aquella carta que había escrito en el avión de vuelta al país, su despedida.

— No te quiero aquí—. La mujer estaba alterada, roja mientras su esposo e hijo la sostenían.

— Soy su esposo y Dakho su hijo, merecemos... —. No, no pudo terminar de hablar, pues la mujer le arrebato ese papel para romperlo y nuevamente echarlo.

— ¡Esa unión murió al igual que mi hijo! —. Dijo con lágrimas y llanto la mujer. — ¡Y ese niño ni siquiera tiene la sangre de mi Yoongi, así que solo lárguense! ¡Deja de herir a mi familia! —. Jimin suplicaría, pero entonces alguien más hablo.

— Jimin—. El hermano mayor de Yoongi le miro. — Respetamos tu dolor, pero respeta el nuestro también, vete por favor—. Levanto su mirada sintiendo como le juzgaban y eso le quebró un poco más, aunque sinceramente estaba destrozado ya.

Su abuelo había sido muy sincero, como ya se ha dicho el dolor de una muerte es tomado de diferentes maneras para cada uno, la familia de Yoongi estaba dolida ante la perdida y aunque la culpable estaba muerta, estos habían decidido que él también tenía gran culpa de la situación, lo habían sentenciado y la culpa le estaba comiendo vivo.

Jimin había tenido que dejar el recinto en donde amigos y familiares le daban el último adiós a Yoongi, tuvo que ver como muchas personas le dieron la espalda y aunque le suplicaron irse, no fue capaz. Observo todo a la distancia mientras sus manos fueron sostenidas por Rose, aquella rubia estuvo ese día con él y todos los siguientes.

Se mantuvo a una distancia prudente cuando el féretro fue llevado en aquel vehículo mientras la familia iba triste y dolida, Jimin trato de observar esa fotografía mientras iban dejando el lugar, pero le fue imposible, esos ojos le martillaron el alma con dolor, por lo mismo el abrazo de la mujer le reconforto levemente. Jimin sabía que ese cuerpo solo era eso, un cuerpo, no había nada dentro, aun así, él deseo de dar ese último adiós le aferraba a mantenerse en un lugar que no le querían.