Nacido para donar (YOONMIN)

Capítulo 43

Jimin despertó encontrándose en un cuarto de hospital, sintiendo su cuerpo doler infinitamente, no entendía lo que pasa y la pregunta de cómo había llegado allí, le resonaba en la mente una y otra vez.

Bien, eso tenía respuesta sencilla y era que la policía le había traído y es que si, por supuesto que alguien escucho el disparo y llamo a esta, cosa que fue bueno después de todo.

— Jimin—. Yoongi, quien estaba en esa habitación desde Jimin había sido llevado corrió al verle despertar por fin, los médicos le habían dicho que estaba bien y que sólo estaba inconsciente por los golpes, pero había pasado varias horas sin una respuesta del chico.

Jimin no dijo nada al recobrar la conciencia y tan sólo observo a Yoongi tomarle la mano. —Llamare al doctor—. Parecía feliz de verle.

— No—. Le detuvo con los nefastos recuerdos de todo. — Rosé ¿Cómo esta Rosé? —. Pregunto alterado. — ¡Tengo que verla! —.

— Jimin, tranquilo—. Intento ayudarle y es que si, se mostraba asustado y el sonido de la máquina que vigilaba su estado simplemente le hacía sentir nervioso a Yoongi.

— ¡No! ¿Dónde está? —. Yoongi dejo salir un poco de aire al ver que no iba a calmarse si continuaba callándose.

— La están operando, no sabemos mucho—. Fue completamente sincero. — Llamare al doctor, así que tranquilízate por favor—.

Si, Jimin tuvo que ser examinado, sus golpes habían sido fuertes, aun así, fueron precisos para solo dañar lo necesario, y luego miles de preguntas por parte de la policía se le hicieron, y ahí las dudas de Yoongi parecieron, pues fácilmente se dictamino al final que era un robo que había salido muy mal.

...

Yoongi observo al abuelo Park y Dakho junto a Jimin, el pequeño se había invitado a la camilla abrazándose a su padre, todos estaban preocupados por lo que había sucedido, Yoongi se dijo a si mismo que debía calmarse y dejar así todo mientras tanto, Jimin no se encontraba bien aún, pero, cuando quedaron solos de nuevo no lo pudo evitarlo.

— Jimin—. Yoongi le observo con firmeza.

— ¿Qué sucedió sinceramente? —. Jimin mordisqueo sus labios ante la pregunta, quejándose, pues este también estaba lastimado y le dolía. — Por favor mírame—. Pidió Yoongi, pues Jimin le esquivo la mirada cual niño pequeño incapaz de mentir.

— ¿Qué realmente sucedió? ¿Fue tu padre? —. Si, Jimin recordaba que ahora Yoongi estaba enterado de todo, y asustado negó, pues en su ente mantenerlo fuera de esto era lo necesario para mantener su vida a salvo.

— No me mientas—. Jimin dejo sus ojos en sus manos, pues ahora estaba asentado en aquella camilla, había raspaduras en esta y catéter del suero también estaba allí, recordándole cuanto le odiaba su hermana.

— No te robaron los anillos Jimin, y esos hombres no hicieron tantas preguntas, soy listo y puedo notar a lo lejos que están comprados—. Se refería a la policía, y es que claro, hasta para Yoongi el que se llevaran todo, menos el teléfono de Jimin y sus anillos, que, si bien no eran la cosa más costosa, su precio era bueno, y ningún ladro dejaría algo tan obvio como unas sortijas.

— Yo...—.

Yoongi se sentó en aquella camilla a los pies de Jimin, teniendo cuidado de no lastimarle. — ¿Fue ese hombre no es así? —. Intento una vez más, estaba seguro de que era así, pero necesitaba oírlo de Jimin.

— No, no fue él —. No mentía después de todo. —Hyung, yo, fue, fue un robo—.

— No me mientas Jimin, no lo fue, vamos, dime, dime ¿lo hizo? —. Jimin volvió a negar y Yoongi apretó sus manos en sus propias piernas ante la frustración que el silencio de Jimin le producía. — Lo haré una última vez, si me mientes de nuevo me iré, porque no querré ver tu cara mentirosa hoy—. Se odiaba por este tipo de manipulación, pero vamos, Jimin necesitaba medidas drásticas y Yoongi estaba dispuesto a tomarlas todas, estaba dispuesto a muchas cosas por poder tener una vida en paz junto a su familia.