Capítulo 73

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La segunda cosa vivida esa misma tarde era en la cárcel para mujeres de esa ciudad.

Damin se encontraba allí, no tenía familia así que visitas no recibía, pero esa tarde se le fue informada de una, estaba segura que no era el abogado que le habían puesto, pues con este ya había hablando y el hombre a su parecer era un inservible, porque este le había dicho que solo debía de aceptar los cargos e intentar bajar su condena, que no había forma de libarse de la situación y estaba molesta, a su parecer siempre había una forma, pero el sujeto no era competente y lo peor no podía colocar alguno que sí, pues ninguna persona iba a defenderla, el mundo sabía lo cometido y todos esperaban una condena justa, todo estaban de lado de la víctima y ella no consideraba a Jimin uno.

Ella esperaba ser llevada al pasillo donde las citas con su abogado se daban tras una pantalla de cristal y con los teléfonos siendo lo que permitían escuchar la voz del otro, pero no, aquel guardia le llevo a otro pasillo y luego llegaron a una habitación.

La mujer vio la espalda de un sujeto con traje y corbata, no había nadie en la habitación, sus manos estaban esposadas así que no comprendió cuando la puerta fue cerrada y el guardia que la llevaba quedo afuera.

Damin camino con miles de ideas nadando en su mente y entonces todas quedar en el suelo cuando el hombre giro a verle.

— ¿Jihyun?—. Pregunto con terror creyendo que había enloquecido, la mujer miro hacia la puerta con la intención de correr, pero no lo hizo.

— Oh, descuida, no es un fantasma lo que ves—. Hablo asegurándole a la mujer que se trataba de ese. — Toma asiento, no demorare—.

— ¿Jihyun? ¿Co-cómo es posible?—.

— Debes de estar tan decepcionada de que no esté muerto—. Lo iba a estar, ahora no porque estaba demasiado confundida y sorprendida como para procesar la situación mejor.

— Te enterramos—.

— No, Jimin y su esposo—. Si, le costó decir esa última palabra. —Lo hicieron porque era lo acordado, pero vamos, querida, siéntate—. La mujer le miro con duda..

— ¿Para qué?—. Jihyun se levantó entonces para ir por ella y si la obligo a sentarse, aun así tuvo cuidado con esta, pues él no se ensuciaría las manos hiriendo alguien que merecía más que eso.

— Vine a leerte algo—.La mujer le miro confundida, quiso hablar, pero entonces vio a Jihyun sacar un libro, o bien, ella creía que una especie de agenda, aunque no, era un diario.

— Lunes 27, hoy conocí una chica, es agradable, es menor, parece odiar a todo mundo y necesitar ayuda siempre, me cae bien—.

— ¿Qué es esto?—. Pregunto cuando Jihyun solo comenzó a leer.

— Calla por favor—. Le silencio Jihyun para seguir hablando.

— Domingo 1, le he hablado de nuevo, si, es agradable, siento que también le caigo bien, es una buena amiga—. Jihyun observo el diario con tristeza y entonces solo movió las hojas rápido, saltando varias páginas.

— Damin es una niña extraña, no entiendo porque siempre se enoja si quiero salir con otras amigas, su amistad a veces asfixia—. La mujer se mostró incomoda porque entendió que estaba haciendo Jihyun.

— Hemos sido amigas por mucho tiempo, pero siento que ella no me ve así, no sé explicarlo, me confunde, a veces actúa como si fuese mi novio, no es mi novio, es una chica, es mi amiga, pero, no sé cómo decirle que se detenga—.

— ¡Basta!—.

— ¿Por qué?—. Pregunto Jihyun fingiéndose inocente. — No llego a lo mejor aún—. Jihyun sabía que estaba irrumpiendo en la privacidad de su difunta hermana, pero en su dolor había leído este hacía muchos años atrás, centrándose solo en las partes donde hablaba de Damin y era lo que haría ahora de nuevo, por lo mismo volvió a leer ahora unas hojas más adelante de la que había leído anteriormente.

Nacido para donar (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora