Lo que es ser un Kim

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Minseok no fue a hablarle en ningún momento y Johnny solo se quedo dormido junto a sus hermanitos, sintiendo insatisfecho. 

Levantarse al siguiente día le resultó una tortura, se le partía la cabeza y le daba vergüenza dar la cara frente a sus amigos y peor, frente al equipo de lacrosse, así que se levantó a la misma hora que su padre, él estaba en la cocina preparando el desayuno de todos, se le veía agotado, probablemente la situación era tediosa para él, un hombre que no soportaba los problemas. 

—No iré a clase hoy—dijo, viendo como su padre se tensaba, mirándolo. 

—Johnny, cariño, estás despierto—él preparó un sándwich rápido, dándoselo—está bien, no pasa nada con faltar un día ¿estás enfermo? hacia mucho frío ayer ¿quieres un poco de jarabe?—Minseok se rascó el cabello, buscando en un cajón. 

Johnny soltó un suspiró dejando el sándwich sobre la mesa—no estoy enfermo, papá, estoy...—los ojitos acaramelados del adolescente de llenaron de lagrimas pero solo pestañeo repetidas veces—necesito prepararme para ir a rechazar la beca por mi mismo ¿sabes lo que dice Ned Stark? que si vas a dar una sentencia de muerte, tu mismo debes blandir la espada—Johnny apretó sus puños, sintiendo sus dedos fríos—espero que no te equivoques, porque mi yo de este momento lo recordará toda la vida, lo recordará específicamente los días que se encuentre desdichado en un tipo de vida que no deseó.

Su padre se mantuvo serio, preparando el cereal de Ten y Donghyuck—tu vida no se va a definir por esto, yo puedo conseguir otras oportunidades para ti, tu puedes conseguir otras oportunidades más adelante. 

—nunca te entendí, sin embargo te amé cada vez que me fallaste, pero está vez no puedo hacerlo, estoy molesto contigo y un sandwich no arreglara lo que me has hecho—Johnny se dio la vuelta, preparado para salir de la habitación—y si crees que estoy siendo dramático, mira hacia atrás y recuerda cuando tu padre no te apoyo con la universidad de arte. 

—es diferente.

—no es diferente. 

Johnny ayudó a los mellizos a alistarse, hace tiempo no los vestía completamente, pero hoy decidió hacerlo, estaba nostálgico, el mirarlos y saber que algún día dejaría de ayudarlos a cambiarse, les puso calcetines de frozen, Jaemin tenía los de Elsa y Donghyuck los de Anna, cuando estuvieron listos fue a despertar a Ten, pero su hermano ya estaba despierto, poniéndose la corbata del uniforme, Johnny le sonrió y fue hasta el cuarto de Jisung, cambiandolo mientras su hermanito continuaba adormilado, lo tomó en brazos y bajó por las escaleras. 

Fue una mañana habitual, aunque todos ellos notaron que no traía el uniforme puesto, los mellizos no preguntaron y Ten menos, pero Jisung sí estuvo curioso. 

—Johnny, estaba pensando, luces raro desde ayer—él dijo, comiendo una galleta—¿qué tienes?—su carita inocente le hizo enternecer, acarició su cabello y sonrió. 

—estoy triste, algunos días me siento triste, pero no es nada malo, es normal—Johnny fue honesto, por lo que su hermanito de cinco años le miró curioso. 

Entonces tomó una de sus galletas y se la ofreció—espero que dejes de sentirte triste pronto, Johnny te quiero.

Johnny la aceptó—muchas gracias, yo también te quiero.

Jongdae esperó junto a el auto a los niños, y lo miró desde allí, dedicándole una mirada que decía "lo siento" se preguntó por qué, pero quizás él hubiese intentado hablar con su padre, sin embargo, conocía este lado de Minseok, él era terco en ocasiones. 

—¿estás seguro de que puedo llevarme tu bicicleta? ¿iras caminando a la escuela?—Doyoung le preguntó cuando le ayudó a sacarla, Johnny asintió.