8.

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—sabía que dirías eso, son bastantes horas en colectivo ¿cierto? Les traje unos sándwiches de pavo y un jugo a cada uno—Minseok sujetó la mochila de Yuta y luego se puso la de Lucas, dándole un rápido abrazo a cada adolescente—¿cómo han estado? Estás súper alto Lucas.

—sí, me comí una mandarina con las semillas así que mi mamá dice que es por eso que pegué el estirón.—Lucas parecía muy seguro de lo que decía y Minseok no se atrevió a decirle que su madre seguro se burló de él.

—vaya, deberíamos darle mandarinas a Ten.—rio.

—y luego dirá que le dan miedo, todavía no entiendo eso, Minseok.—Yuta y Lucas lo siguieron hasta la salida de la terminal, en donde su viejo auto estaba estacionado.

Minseok guardó las mochilas en el baúl y dejó que Yuta se siente del lado del acompañante—por cierto, tu cabello está largo, Yuta ¿no te dan miedo los piojos? Hay epidemia de piojos en esta zona—murmuró.

—lo sé, Johnny me contó así que mi mamá me puso un producto antes de venir ¿no sientes el olor a hierbas?—Yuta señaló su cabello y Lucas empezó a reír.

—tu madre siempre es tan precavida.—Minseok les entregó los sándwiches y jugos, y empezó a manejar.

—de hecho, todavía sigue soltera así que pregunto si tenías algo pendiente o querías que nos mudamos contigo pronto.

Minseok empezó a reír y Lucas le imitó—no hay manera de que salga con tu madre, Yuta ¿no sería extraño? Tu madre perdería la cabeza con cinco hijos más, y ella no conoce a los mellizos y a Jisung.

—es verdad, ella no los conoce, solo cree que eres un buen partido porque John y Ten fingen ser educados—el niño sacó la lengua y Minseok le pegó en el brazo.

—oye, son educados la mayor parte del tiempo, te voy a tirar a la carretera—Lucas continuó riendo de lo que Minseok decía.

—a puesto que nos extrañaste—dijo Yuta, esta vez con una sonrisa aniñada.

—no realmente—rio Minseok.

Conocía a Yuta desde que era una sabandija de ocho años, se había apegado a Johnny a penas lo conoció, siempre le pareció curioso como es que el niño podía ser tan confianzudo, con el tiempo simplemente se acostumbró a él como uno más entre sus hijos, luego apareció Lucas, al principio no le agradaba demasiado, era torpe y parecía mal intencionado todo el tiempo, luego solo descubrió que solo era su personalidad distraída, no era un mal chico pero tendia a tener actitudes extrañas, como ser grosero de la nada o volverse arrogante.

Sin embargo, cuando estaban con sus hijos ambos siempre eran buenos niños así que Minseok no podía juzgarlos ni mucho menos rechazarlos, el hecho de que aún mantuvieran contacto con los niños le daba cierto aliviado, no existe mejor sensación en el mundo que saber que tus hijos son amados.

—luce como un barrio privado ¿en serio te volviste rico, Minseok? ¿Te casaste con una vieja con dinero?—Yuta miró impresionado.

Y lucas se terminó su sándwiche mientras asentía—seguro estuviste con una vieja con dinero.

—no estuve con ninguna vieja—gruñó Minseok—cambié de puesto en mi trabajo, ahora soy gerente y no es un barrio privado, es una zona segura, lo paga mi trabajo.

—uh, deben haber viejas adineradas en el barrio—continuó Yuta—tal vez deberíamos decirle a Ten que se encuentre a una.

—¿por qué Ten?—lo defendió rápidamente Lucas—¡dile a Johnny! Tendrá más éxito.

—no, Johnny no puede—Yuta le sacó la lengua a Lucas y Minseok rio.

—bueno, bueno, ya llegamos, todavía es temprano así que puede que no esté despierto nadie.

Lo que es ser un KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora