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Minseok salió del hospital con los mellizos y Jisung, el control había salido bastante bien y las vacunas aún mejor, su hijo menor estaba atravesando esta etapa en donde decía ser igual de valiente que un súper héroe así que una cosa insignificante como una aguja pinchándolo no era gran cosa, a penas de que mordió su labio inferior y dejó caer lágrimas.

Aún así estaba contento de que todo había salido bien, a los mellizos les habían limpiado a profundidad los dientes, destacando que no coman tantas golosinas porque tenían unos muy bellos dientes como para arruinarlo pero era una tarea difícil de obedecer cuando él mismo siempre estaba comiendo algo dulce.

Minseok no iba mucho de compras con sus hijos en su antigua ciudad así que en ésta realmente lo disfrutaba, los supermercados eran grandes pero reconfortantes ya que no mucha gente deambulaba y menos en las mañanas. La primer sección a la que fueron fue la de las galletitas y parecía el colmo que después de ver a la odontóloga estuvieran metiendo paquetes de galletas de chocolate rellenas de dulce de leche. Jisung metió vainillas y Minseok recordó los paquetes favoritos de John y Ten.

Se distrajeron en la zona de ropa interior, a Jaemin y Donghyuck les encantaban las medias del supermercado, Minseok no entendía ése gusto pero igual metía algunos pares al carro.

—cha—exclamó Minseok, mirando el precio de las cápsulas de café—si así sale esto, no me quiero imaginar la máquina, ojalá alguien se dignara y nos la regalará—murmuró, metiendo tres frascos de café al carro.

Cuando recorrieron la zona de higiene, Minseok vivió uno de los momentos más embarazosos de su vida de padre y es que en la sección de perfumes también habían toallas sanitarias—¿para qué es esto, papá?—preguntó curioso Donghyuck.

Una señora que iba con su hija, rieron, Minseok se ruborizó un poco, intentando ordenar las ideas en su mente sin hacer que Donghyuck se sienta incómodo—eso es para el periodo menstrual de las niñas, Donghyuck.

—¿qué es el periodo menstrual?—preguntó esta vez Jaemin, agarrando un paquete también.

Minseok hizo una mueca, fingiendo un gran interés en un perfume de Chayanne—oh... bueno, esto es largo y complicado de explicar pero básicamente es... cuando las niñas comienzan a crecer, bueno, y su cuerpo se desarrolla... esto, bueno—Minseok rascó su cabello—el cuerpo de las mujeres tiene un tiempo...—¿por qué es tan difícil? Se preguntó internamente, queriendo avanzar en el futuro a diez minutos adelante, evitando esta conversación en medio de un pasillo de supermercado—en fin, tiene una etapa de periodo en el mes, donde cambian la sangre de su interior.

—¿cambian la sangre de su interior?—preguntaron prácticamente traumados los mellizos.

Esta vez suspiró, agotado— empecemos de nuevo—tomo una bocanada de aire y agarró el paquete de toallas sanitarias—cuando una mujer se desarrolla, su cuerpo se prepara para tener hijos, así que, una vez al mes, por algunos días, ella va a tener su periodo menstrual, que consiste en cambiar el flujo de su sangre, si ella no está embarazada, va a tener el periodo y para no manchar su ropa interior tiene que usar estas toallas.

—¿sale por abajo?—preguntó aterrado Donghyuck.

—sí—suspiró Minseok—vayan a buscar la pasta dental.

—¿nosotros también tenemos el periodo?—Jaemin lo miró curioso.

—no, los hombres no. Las pasta, Minnie, ve a buscarla.

Jisung que había estado escuchando atentamente la conversación, mantuvo su mirada en las toallas sanitarias—que triste debe ser sangrar, Minseok, a mi no me gusta cuando me lastimo.

Lo que es ser un KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora