Se preguntarán

422 67 12
                                    



—¿Papi? —preguntó JingYi.

—¿Qué has dicho? —el tono de voz de Xichen había dejado de ser tierno.

JingYi, intimidado al escucharlo, se arrepintió de haber preguntado.

—Nada, que po'que no ibas a cases para pepara galletas.

Xichen dejó de hacer lo que estaba haciendo. Se limpió las manos en el mandil y se acercó a JingYi para mirarlo de frente.

—¿Cómo sabes de Jiang Cheng? ¿Alguien te habló de él?

JingYi se soltó a llorar.

Era la primera vez que su papá Xichen le hablaba así.

—Yo... Y-yo... —balbuceó mientras gotas gruesas resbalaban por sus mejillas.

Lan Xichen, arrepentido, se quitó el mandil y cargó a su pequeño de regreso a su habitación.

JingYi no dejó de llorar en un buen rato. Escuchó a Xichen decir que le daría premios sí dejaba de llorar, pero no fue suficiente. Se sentía dolido.

¿Por qué nadie quería decirle dónde estaba su otro papá?

El fin de semana que estuvo con sus abuelos Jiang, también intentó preguntárselo a la señora Jiang, pero ella, sólo bajó la mirada y le dijo:

Es mejor que sólo preguntes por tu papá Xichen. Por favor, YiYi, no preguntes a nadie más de él, ¿Vale?

JingYi vio llorar a su abuelita después de eso.

El menor sabía que tenía un segundo padre. Y también que su papá Xichen lo seguía queriendo.

Hace unos meses, JingYi descubrió un escondite secreto de su papá en el guardarropa. Era el único sitio en la habitación de Xichen con cerrojo. Siempre tenía curiosidad de saber qué escondía su papá ahí.

Las veces que Xichen no estaba en casa, el pequeño buscaba en cada cajón de su habitación alguna llave que pudiera abrir aquel escondite. Sin éxito. Hasta un día, sin querer, vio cuando su propio padre dejaba una llave detrás de un retrato en la pared.

La fotografía era del mismo JingYi.

Estaba un poco alto para él, pero con la ayuda del buró y varios almohadones, al día siguiente logró sacar las llaves.

Aquel día, su papá Xichen había ido a un paseo escolar con sus alumnos. JingYi se quedó al cuidado de la señora Feng y él sabía que su tía Feng no le ayudaría con su plan de descubrir qué había en ese escondite, así que al rededor de las tres de la tarde, había fingido quedarse dormido en la habitación de Xichen.

Cuando se aseguró que la señora Feng no estaba cerca, caminó al guardarropa y abrió el escondite secreto.

No era más que una caja de zapatos, le fue fácil sacarla y sentarse en el suelo a espiar aquel tesoro.

Cuando la abrió, lo primero que encontró fue una fotografía de Jiang Cheng.

Al principio, su rostro se le hacía un poco conocido, pero no sabía de dónde, hasta que fue sacando más objetos.

Descubrió más fotos donde aquel hombre estaba con su papá Xichen o con él cuando era bebé.

También había un montón de papeles que parecían cartas.

JingYi aún no sabe leer y no pudo adivinar qué decían. Pero se robó una para pedirle ayuda a su maestra del cole a que la leyera por él.

También se robó la fotografía que había encontrado de Jiang Cheng, sin saber en ese momento quién era en realidad.

𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 (𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora