Era martes. Nueve de la mañana.El señor Jiang había salido de su casa desde muy tempranas horas y llegó hasta Happier Dum dos horas después.
En recepción, casi con tono de exigencia, pidió hablar con el presidente de ahí.
—Lo siento, el señor Lan está en un viaje de negocios, llegará hasta la próxima semana.
—Entonces, permítame ver al director.
La recepcionista no conocía al señor Jiang e, ignorante a su parentesco con su subdirector, dijo:
—Tanto el señor Su, como Jiang Wanyin, también están fuera con él. Me temo que no podrá ver a ninguno hasta la siguiente semana.
Al escuchar el nombre de su hijo, Jiang Fengmian apretó los puños con furia.
—Bien, vendré la siguiente semana.
Salió de las oficinas y regresó a dónde su chófer le esperaba, pero antes de darle órdenes, cogió su móvil y llamó a un viejo conocido.
—Hey, Lan Changze, un tiempo colega...
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~Por Lan Xichen~
Han pasado cuatro días desde la aparición de Jiang Cheng.
Aún guardo en mi cabeza su rostro y su tono de voz. Tan secos.
Desde que tuve aquel pensamiento de él y yo besándonos de nuevo aquel día, he amanecido con una erección palpitante, suplicando por follar.
Quizá se deba a qué no lo he hecho desde la última vez que estuve con él o quizás porque su nueva apariencia resultaba un tanto embriagadora a la vista.
Cómo sea, necesitaba sacarlo de mis pensamientos.
Saliendo del colegio, pedí al señor Feng que recogiera a JingYi y lo llevase a casa.
Yo me quise pasar a otro lugar antes.
—Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar? —me preguntó el camarero, ése que según Huaisang se sonrojó cuando le pidió una cita para mi.
—Un café américano sin azúcar y un sándwich de atún.
—Enseguida.
Miré al camarero alejarse.
Sí era guapo. No se veía más alto ni mayor que yo. Y con suerte debe estar soltero.
¿Qué estoy pensando? sacudí la cabeza.
Saqué mi móvil y de nueva cuenta me dirigí a Weibo.
Había pasado los últimos días buscando el perfil del famoso Su She, sin éxito.
También busqué a Jiang Cheng nuevamente con el correo electrónico que viene en su tarjeta, pero no hay nada. Y el teléfono es de su oficina. No me atrevo a llamar.
—Qué mierda... —dije.
—¿Disculpe? —preguntó el camarero. No había notado que ya traía mi orden.
—Nada. Gracias.
Hizo una leve inclinación y se marchó.
Bebí de mi café...espera, ¿Café a las tres horas de la tarde? Definitivamente no tenía los pies en la tierra.
Cerré la aplicación y bloqueé el móvil. Definitivamente me estaba obsesionando con cosas que ni siquiera yo lograba entender.
Comí el sándwich de tres bocados y el café lo dejé a la mitad. Pedí la cuenta, pagué y me fui de ahí.
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𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 (𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈)
FanfictionJiang Cheng a sus veinte años conoce a un chico que le hará sentir cosas nuevas, pero con el pasar del tiempo descubre que no es del todo feliz. Las situaciones con su nuevo estilo de vida y los cambios que comienza a sufrir le llevarán a tomar deci...