Dejándote como papá soltero.

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Lo que al principio pareció todo un reto, para Lan Xichen se volvió la mejor experiencia.

Criar solo a JingYi el primer año fue el más difícil.

No sólo tenía que cuidar sus estudios y del bebé, también tuvo que aprender a repartir sus horarios de trabajo y descansar bien para el día siguiente volver a empezar. Asistió a terapias psicológicas para poder superar el abandono de Jiang Cheng. Y de poco en poco de recuperó.

Su segundo año como papá soltero, mejoró. El sentimiento de dolor disminuyó y fue sustituido por el amor incondicional hacia el pequeño JingYi. Ese mismo año, enterró en un cajón todo el sentimiento que aún tenía hacia su ex y se atrevió a mirar hacia delante.

Se graduó y no tardó mucho en conseguir trabajo en la secundaria local de Luoyang.

Sus días mejoraron. El pequeño JingYi creció.

La familia Jiang y Lan no lo dejaron solo en ningún momento y siempre estaban atentos a lo que necesitara y veían crecer al pequeño día a día.

Incluso sus dos mejores amigos de la universidad seguían ahí con él. Querían al pequeño JingYi y, al igual que sus abuelos, siempre estaban ahí cuando Xichen necesitaba algo.

Todos ellos se sentían orgullosos de lo que Xichen había estado logrando. Y deseaban que esa paz estuviera con él mucho tiempo, de ahí hasta el día que volviera abrir su corazón al amor.

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~Por Lan Xichen~
ºActualidadº

—¡Papá! ¡Mira! ¡Mira, papá!

—¡Bien hecho A-Yi!

—¡Papá, lo logue! ¿Vite? ¡Pude manteneme en pefeto equilibio!.

—Sí campeón, te vi. ¡Lo lograste!

—¿Y mi pemio? —JingYi estiró su manita reclamando el premio que le había prometido si lograba mantenerse en equilibrio sobre la bicicleta de dos ruedas.

—¿Qué? —hice un gesto como si desconociera lo que me pedía —¿Premio? Yo nunca dije nada de un premio.

—¡Sí lo hicite! —reclama alegre.

—Hum... verás... tu papá tiene mala memoria. No debes confiar en este viejo nunca más —bromeé.

—¡Papá! Tú no etás viejo. Tienes veticuato, cómo puedes etar viejo.

—Lo estoy, YiYi, mirá, no me puedo parar ahora... ¡Ah! ¡Mi espalda! —me llevé la mano a la parte lumbar baja fingiendo que me había lesionado.

JingYi se lanzó a mi espalda para "hacerme sufrir" y lo terminé cargando de caballito. Corrimos dos vueltas en círculo y después nos dejamos caer en el pasto.

—Papá, ¿Podemos motar en bici alreredor del lago?

—A-Yi, ¿Y si te caes? a penas le quitaste las rueditas a la bici, no tienes mucha practica.

—Si me caigo, etoces me salvarás tú.

—¡Mira qué conveniente me saliste!

JingYi sonrió mostrándome sus pequeños dientes de leche y entonces una ráfaga de flashback repentina me recordó a él.

Y es que mi hijo era el mismo reflejo de él. De su papá.

—¿Papá? ¿Qué piesas?

Sacudí la cabeza para borrar aquella imagen y volví a enfocar la atención en mi hijo, que había llegado hasta su bicicleta y la levantaba con dificultad.

𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 (𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora