Y empezar

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—Buenos días, señor Jiang. ¿A qué se debe está agradable sorpresa matutina? —dijo Lan Wangji.

—Deja de colgarte por las ramas y vamos al grano. Jiang Wanyin está aquí, ¿Cierto?

Wangji mantuvo su mirada fría y y con voz cortante, dijo:

—Lo está. ¿Quiere verle?

El señor Jiang cerró los puños por debajo de la mesa.

—¿Qué cargo ocupa?

—Pregúntele a él.

Wangji cogió el fijo y marcó a la extensión de subdirección.

—Tú padre está aquí —aguardó un segundo y luego añadió: —de acuerdo. Dile a Su She que también venga.

Colgó el teléfono y miró hacia el ventanales, disfrutando de la vista de la ciudad.

—Me han dicho mis padres que les había ido a visitar la semana anterior. Les agradó la visita. Mi padre QingHeng me ha pedido que le diga que estará en casa, para cuando guste ir a verle de nuevo.

—No creo que sea necesaria una visita más con tus padres. Pero gracias por la invitación.

Aguardaron unos minutos más en un silencio muy tenso. El único sonido proveniente era de los trabajadores de Happier Dum entrando y saliendo de sus oficinas.

De pronto, la puerta se abrió.

Wangji se giró a mirar a Jiang Cheng, que entró con un aura frío. Detrás de él, iba Su She. Éste último tenía el rostro más relajado.

—Señor presidente —dijo la pareja al mismo tiempo haciendo una inclinación.

—Señor Jiang —añadió enseguida Su She.

—Papá.

Pero el señor Jiang no correspondió el saludo y los miró a cada uno tomar asiento en distintos lados de la mesa.

—¿Ahora sí, podrá decirme a qué se debe su visita?

El señor Jiang se acomodó más en su lugar, carraspeó la garganta y dijo con la voz muy, muy clara:

—Quiero cancelar el contrato que tiene Jiang's Graphics con Happier Dum.

Fengmian esperaba que la reacción de los tres chavales frente a él, fuera de sorpresa y que enseguida negaran su petición. Sin embargo, quién se llevó la sorpresa fue él.

Jiang Cheng le sonrió a Su She y éste a él.

No era una sonrisa de amantes, novios o colegas. Era una sonrisa estratégica que habían inventado ellos hacia tiempo para intimidar a sus socios comerciales y que funcionaba bien.

El director, extendió una carpeta negra de piel con un boli.

El señor Jiang tomó aquellos documentos y leyó.

—Dado que ya esperábamos que esto pasaría algún día, nos hemos preparado con tiempo. No sé preocupe por los abogados, estos papeles están al orden de la ley. Happier Dum le cede los derechos de los software ya trabajados pero se deslinda de cualquier fallo, error o actualización que llegue a requerir en el futuro. Sólo tiene que firmarlos y Jiang's Graphics dejará de ser nuestro socio comercial.

Jiang Fengmian revisó el contrato. No había letras pequeñas ni clausulas que pudieran tener algo en contra de su empresa.

—¿Seguro que quiere hacerlo? —preguntó Wangji cuando vio a Fengmian coger el boli.

No podía echarse para atrás, así que sin pensarlo más, firmó.

—Lo que habéis hecho fue una falta de respeto para mí, mi familia y mi empresa.

𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 (𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora