𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 (𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈)

a perderte

~Horas atrás~

—Tío Su She, ¿A dóne vamos? —preguntó JingYi, llorando, mientras abrazaba a Minie.

Era al rededor de la una de la madrugada y se sentía frío en el exterior. JingYi no llevaba más que la pijama que Jiang Cheng le había puesto horas atrás.

—Iremos a dejarte con tu papá Xichen.

—¿Y mi papá Cheng? ¿Po'qué lo dejates ahí?

Su She aumentó la velocidad del coche y evitó responder durante algunos minutos. Cuando miró al pequeño a través del espejo retrovisor, finalmente habló:

—Tu papá ya no te quiere ver más. Por eso te llevo yo a casa.

JingYi sabía que aquellas palabras eran falsas. Su papá Cheng lo quería tanto como su papá Huan. Y también sabía que nunca lo volvería a dejar.

—No es cieto. Etáis mintiendo. ¿Qué le pasó a mi papá Cheng?

El pequeño niño comenzó a preguntar, cada vez más furiosos de no recibir una respuesta.

Su She aceleró más el coche. Quería llegar a Luoyang cuánto antes.

Estaba arrepentido de haber cogido al niño y al gato.

¿De qué le servían? ¿Para extorsionar a Jiang Cheng? ¿Para herir a Lan Xichen? Quizá para esto último sí.

Su She sabía lo importante que era el crío para Xicheb, en cuanto supiese que su hijo había sido robado, su mundo de colores se destrozaría. Su She sonrió sólo de imaginárselo. Así sería como un cobro, un intercambio.

Lan Xichen se había robado el corazón Jiang Cheng y ahora él le robaba a su hijo.

Un buen intercambio—pensó éste.

No tenía ni puta idea de qué hacer con el menor, pero ya pensaría en algo. Quizá lo deje bajo un puente, a su suerte. O quizá lo lleve a algún sitio abandonado y al gato... ese sí se lo quedaría... Lo que sea pero que sea antes del amanecer.

Él tenía que huir. En cuanto alguien se diera cuenta de lo que sucedió en el departamento comenzarían a buscarlo.

Ir a Pekín ya no era buena idea, el móvil lo había dejado allí y rastrearían de nuevo la ubicación.

Se pasó el siguiente semáforo en rojo y entonces se le ocurrió el lugar perfecto para esconderse y quizá, para dejar al niño.

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~Departamento de Jiang Cheng, hora actual~

Dentro del departamento, Wei Wuxian trataba de hacer reaccionar a Lan Xichen.

Después de darle la noticia del pequeño JingYi, el hombre menor frente a el quedó completamente en shock.

—Wuxian, llamé a mis padres, vienen de regreso e irán directamente al hospital a cuidar de Cheng, ¿Podéis hacer contacto con sus padres?

—Ya lo he hecho. También ya me comuniqué con Lan Mingjue. Él y su familia vienen para acá.

Lan Wangji, con calma, se puso frente a Lan Xichen, que estaba pálido como el papel.

—Xichen... Iré con la poli a levantar la un acta en contra de Su She. Tienes que acompañarme, a poner una alerta de secuestro al menor.

Xichen negó con la cabeza. Seguía negándose a creer que su único hijo se encontraba en manos de aquel hombre.