Toda niña crece con ese instinto de ser madre, eso sin mencionar el sueño de casarse algún día con su príncipe azul. Vestirse en un traje hermoso, y desfilar hacia al altar donde te espera ese hombre que amas. Ese final de cuento de hadas cuando la princesa termina con su príncipe después de tantos obstáculos.
Saben? Esa princesa era yo, y hoy era mi gran día. El día con el que siempre soñé; el día al cual renuncié muchas veces cuando me herían, cuando sentía que no valía nada. Ese día al que me aferré cuando escuché palabras llenas de esperanzas; ese día el cual mi papá todavía no podía asimilar.
“Chiquita, dice Angélica que bajes para que comas algo antes de que lleguen a peinarnos” decía mi tía Isabella colocando su mano sobre mi hombro mientras yo estaba parada, sin moverme, frente al espejo.
“Gracias. Bajaré enseguida?” le respondí sin mover mi vista.
“Estás bien?” me preguntó ella provocando esta vez que moviera mis ojos para mirarla.
“Tía, te puedo hacer una pregunta?”
“La que quieras.”
“Cómo supiste que serías feliz el resto de tu vida? Que tío Ezequiel no te abandonaría, que cumplirían el juramento de hasta que la muerte nos separe?”
“Estefanía, qué preguntas haces? Sabes cómo lo supe? Porque amo a ese hombre y en mi corazón sentía que él me correspondía igual. Y así ha sido después de todos estos años.”
“Es que, luego de tanto tiempo con Christian, aun me parece mentira que estemos aquí, apunto de unir nuestras vidas. Tanto sufrimiento, tanta desilusión que he vivido, y estoy aquí; a solo horas de ser la esposa de un hombre que ha estado apoyándome, que me ha demostrado lo que es el respeto, y que no pasa un segundo sin hacerme sentir cuanto me ama.”
“Chiquita, si estás pensando echar para atrás, yo me quedo con él” dijo mi tía riendo.
“Tía! Qué atrevida eres, le diré a tío Ezequiel” le respondí de igual forma. Sabía que sus intenciones eran las de despejar mi mente un poco.
“Mi amor, todos hemos sufrido en esta vida. Es normal, somos humanos, sentimos dolor. Fallamos y nos fallan, esto a menudo. Amamos y nos aman, aun así, hay personas que pueden llegar a destrozarnos el corazón. Lo importante es que ese hombre que unirá su vida con la tuya, te ama; que te ha aceptado con tus errores y virtudes, que quiere estar el resto de sus días contigo. Y jamás te había visto tan feliz, tan enamorada; y eso me alegra mucho.”
“Gracias tía, gracias por siempre ser mi confidente, por escucharme” no habían palabras para decirle a mi tía todo lo que sentía, así que me limité a decir esto mientras la abrazaba.
“Te amo mi niña. Sabes que eres una hija para mí. Que la vida te asignó con Adrián en vez de conmigo, pero no todo puede ser perfecto.”
“Papá no ha sido tan malo.”
“Lo sé, mi vida, Adrián te adora. Y aun cuando te ama a Kendra y a ti por igual, tú eres su niña. Eres la niña que se le fue de las manos más rápido. Creciste muy rápido para él poderlo notar, y el lazo que los une a los dos es algo realmente especial.”
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Labios Compartidos
Romance(Libro 3 en la Trilogía de Amor Eterno) Muchas veces te habrás preguntado si realmente las personas viven la vida que aparentan. Si esa chica brillante, hermosa, amorosa, tímida pero simpática frente a todos, guarda algún secreto en su vida. Si fre...