Otro capítulo más. Espero que sea de su agrado. Al lado, una foto de la vista que Estefanía tiene en este capítulo. Cuando lleguen a esa parte, sabrán. Además, ya tengo a Estefanía y a Yedriel. A quien sugieren para Raúl? Estoy abierta a escuchar opciones. Detalle mínimo...TIENE que ser de tez trigueña (moreno). Besos a tod@s.
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La semana transcurrió sin muchos acontecimientos. Yedriel desapareció y yo continuaba con la vida a la que me iba acostumbrando. Iba a la universidad, regresaba a mi casa y me encerraba en mi cuarto.
Ileana me hacía uno que otro comentario de Raúl; detalles sencillos, pero me entretenía escuchándolos. Lo que más me llamó la atención fue cuando dijo que todos en su familia habían notado que le caí bien.
Llegó el fin de semana, Ileana me invitó a salir, pero antes acompañaría a Kendra a unas compras. A pesar del sinnúmero de discusiones que teníamos a menudo, me gustaba compartir con ella.
Luego de pagar y recoger lo que habíamos comprado; sentí unos ojos sobre mí. Extrañada, volteé a mirar, y allí estaba Raúl con su hermana Lianna y su mamá, Helen. Quedé congelada al momento y no sabía qué hacer.
“Cómo estás?” me preguntó Raúl caminando hacia mí.
“Bien, y tú, cómo has estado?”
“Muy bien. Vas a visitar a Ileana hoy?” preguntó sonriendo.
“Sí, iré luego de que acompañe a mi hermana a hacer unas diligencias. Por cierto, Kendra, ellos son Raúl, Liana y Helen; primos y tía de Ileana.”
“Mucho gusto” dijeron todos a la vez.
Nos despedimos inmediatamente y cada uno continuó su rumbo.
“Hermanita, no me niegues que te cae bien el chico, porque es evidente” me dijo Kendra emocionada.
“Algo así. En realidad no sé qué pensar. Qué dirá la gente? Qué pensará Yedriel de mí si se entera que me gusta alguien?” le cuestioné mientras ambas nos sentábamos en una pizzería cerca de las tiendas.
“Nada tiene que pensar. El ya es capítulo viejo; olvídalo. Es un inepto que no sabe lo que perdió” me respondió ella en un tono protector.
“Tienes razón. Debo echarlo a una esquina y olvidarme por completo de él” le dije con una sonrisa en mi rostro.
“Así se habla Estefanía!” exclamó ella sonriendo al igual que yo.
Una hora luego, estaba llegando a la casa de Ileana. Esta estaba con Julio, Gloria, Raúl y Christian sentados frente a su casa platicando. Bueno, en realidad, Christian estaba subiendo a un árbol; él era un niño muy activo.
La miré extrañada pues quedamos en ir al cine juntas, y allí estaba ella con todo ese clan.
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Labios Compartidos
Romantizm(Libro 3 en la Trilogía de Amor Eterno) Muchas veces te habrás preguntado si realmente las personas viven la vida que aparentan. Si esa chica brillante, hermosa, amorosa, tímida pero simpática frente a todos, guarda algún secreto en su vida. Si fre...
