Mientras manejaba, pensaba en lo que había ocurrido. Angel no me hablará el lunes cuando lo vuelva a ver; y si Raúl se entera, me mata, así de sencillo.
Peor me sentí al ver el sinnúmero de llamadas perdidas de Raúl desde temprano en la noche. Bien hecho Estefanía; sigue hundiéndote más. Solo a ti se te ocurre dejar el teléfono en el auto.
Entré al apartamento para encontrarme con la melodía de quejidos provenientes de la habitación de Safiro. Podían ser un poco más discretos?
Honestamente, no puedo más; es mucho para una sola noche. Me marcho!
Qué hago? Qué hago? Qué explicación le voy a dar a Raúl? Porqué no contesté sus llamadas? Me creerá lo que digo? Ya sé que haré!
Una vez me estacioné frente a la casa de Raúl, caminé hasta la puerta de entrada, sabiendo cómo podía abrirla sin necesidad de una llave. Caminé hasta su cuarto muy silenciosamente, y entré, cerrando la puerta con seguro.
Me quité el vestido, quedando solo en mi ropa interior, y me acomodé junto a él, colocando mi cabeza en su pecho.
“Estefanía, qué haces aquí?” preguntó él entre dormido y asombrado.
“Vuelve a dormir mi amor” le dije besando sus labios, “a menos que…”
Raúl no me permitió terminar la oración, volteándome por sorpresa, quedando sobre mí y besándome. Sus labios recorriendo todo mi cuerpo y mi mente trayendo la memoria del encuentro con Angel.
No, no puedo recordar eso. Estoy con el hombre que amo y a quien no lo veo desde hace varios días. Lo menos que puedo hacer es enfocarme en él; mañana vendrán las explicaciones. Por el momento, a disfrutar de esta entrega.
Al despertar, me encontré sola en la cama. A donde había ido Raúl? Aproveché para vestirme y me senté en la cama a esperarlo. Minutos luego, entró con una taza de café en las manos.
“Buenos días” le dije sonriendo.
“Dónde estabas con ese traje? Porqué no contestaste mis llamadas?” me preguntó un poco serio.
Hora de actuar, Estefanía!
“Salí temprano de la reunión, y quise sorprenderte. Había comprado este traje para una ocasión especial contigo. Solo que ayer con contaba con haber dejado las llaves y el teléfono encerradas en mi auto. Y con mis compañeras de apartamento fuera del área, se me hizo difícil conseguir quien me ayudara. Cuando lo logré, decidí seguir con mis planes de llegar primero a ti” espero haberme escuchado segura y haberlo convencido.
“Siempre te he dicho que hagas unas copias de las llaves de tu auto y nunca me haces caso. Me alegro que hayas llegado primero aquí” me respondió él abrazándome.
Me he convertido en un monstruo! No lo puedo creer. Ya hasta yo misma me estoy creyendo mis mentiras.
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Labios Compartidos
Romance(Libro 3 en la Trilogía de Amor Eterno) Muchas veces te habrás preguntado si realmente las personas viven la vida que aparentan. Si esa chica brillante, hermosa, amorosa, tímida pero simpática frente a todos, guarda algún secreto en su vida. Si fre...