Labios Compartidos

(45) Nada valgo sin tu amor

Al lado el video del título del capítulo...qué opinan?  Ya estamos llegando al final...Uno, dos capítulos???? Ya veremos.  Besos a tod@s!!!

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Mariposas volaban en mi estómago al sentir la emoción de que mi sobrino llegaría pronto.  No solo la alegría de pensar que pronto veríamos a Alexander, sino también el hecho de que mi familia conocería a Christian. Dos de los mejores momentos en mi vida, ocurrirían el mismo día.

Corría por uno de los pasillos de aquel hospital, casi arrastrando a Christian conmigo.  El pobre hombre había intentado calmar sus nervios, pero en realidad yo no le daba la oportunidad.  A penas y tenía tiempo para respirar.

“Perfecto!” dije al detenerme frente al ascensor.

“Qué sucede?” preguntó él mientras intentaba tomar un poco de aire.

“Este elevador está dañado.  Es buscar otro, y no conozco muy bien este hospital, o subir las escaleras los siete pisos hasta llegar al área de maternidad.”

“Por lo menos no tendré tiempo para impacientarme más” contestó Christian riendo.

A mitad de nuestra carrera por las escaleras, Christian me detuvo súbitamente, y colocando mi espalda contra una pared, me tomó entre sus brazos y me besó.  Esto me tomó por sorpresa y una vez el beso terminó, aun entre sus brazos, le sonreí.

“Y esto?” le pregunté.

“Necesito controlar mis nervios.  Además, quiero que sepas que te amo.  Tal vez no sea el momento, mucho menos el lugar indicado.  Aun así te quiero preguntar…me darías el honor de ser mi novia?”

“Me has dejado sin palabras…”

“Quise preguntarte antes, pero honestamente, no conseguí el valor.  Ahora, quisiera que me presentaras como tu novio frente a tu familia, será un orgullo para mí.”

“Claro que sí Christian, acepto ser tu novia.  Tus detalles me sorprenden, te amo” le respondí tomando yo la iniciativa esta vez y besándolo.

“Creo que este no es el lugar indicado para escenas como esta.  Les aconsejo que continúen hacia su destino, si no quieren que les llame la atención” dijo un guardia de seguridad, que venía bajando las escaleras y se encontró con nosotros.

Sentí mi rostro enrojecerse completamente, bajando mi vista sin pensarlo mucho.  Christian quitó sus brazos de alrededor de mí, y se volteó.

“Discúlpenos, no volverá a ocurrir” fueron las palabras de él.

“Muchas gracias y que pasen una bonita tarde” dijo el guardia y prosiguió su camino.

“Qué vergüenza!” le dije cubriendo mi rostro.

“No tienes porqué.  Es normal que cosas así sucedan entre dos personas que siente lo que tú y yo sentimos, cierto?”