(43) Asignatura pendiente

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Hola!!! Otro capítulo más.  Ya estamos llegando al final de esta historia; tal vez dos o tres capítulos más.  He actualizado estos últimos tres capítulos corridos, y les prometo que regreso el sábado.  Mañana será imposible actualizar.  Besos a todos y espero que disfruten. 

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El primer beso, el primer amor, la primera entrega, son cosas que te acompañarán y recordarás toda la vida.  Esa sensación de esa primera vez hace esa persona inolvidable; se graba en tu mente al igual que un tatuaje en tu piel.  Con eso podría comparar el beso que Christian y yo compartimos esa mañana.  Ese beso que me tomó por sorpresa y me hizo sentir miles de sensaciones que pensé jamás volver a sentir.

Le respondí el beso a Christian, para qué negarlo?  Porqué resistirme?  En el fondo de mi ser, lo deseaba, solo tenía miedo a volver a confiar mi corazón a alguien; pero, perdiendo es que ganamos, cierto?

“Estefanía, disculpa mi atrevimiento.  Simplemente no podía resistirme a tu encanto” fueron las palabras de Christian sonriéndome y manteniendo su frente unida a la mía.

“No tienes porque disculparte, yo también lo disfruté” le respondí sonriendo desde el corazón.

Tal vez mis palabas sonaron como si le estuviese dando permiso, o tal vez le gustaron mis labios, pero ese hombre no perdió la oportunidad para besarme de nuevo; algo a lo que no me iba a oponer.  No sé hasta dónde llegaríamos, lo mejor sería correrme el riesgo.

“Disculpen” escuché la voz de Regina decir, seguido por la puerta cerrándose. 

Christian y yo quedamos desconectados inmediatamente, ambos mirándonos asustados.  Esto seguido por nuestra explosión de risas; jamás pensamos que nos sorprenderían en nuestro primer beso, en realidad el segundo.

“Qué vergüenza con tu mamá” comenté mientras me tapaba el rostro con las sábanas.

“No tienes porqué.  Aparentemente, papá le había comentado lo que él se sospechaba, y ella quedó encantada contigo desde el día que te conoció.”

“Porqué no lo vimos nosotros, sino hasta ahora?”

“Porqué teníamos miedo?”

“Seguramente.  La vida no me ha tratado muy bien.”

“Eso no significa que lo continué haciendo.  Hay más personas con quien la vida puede jugar.  Por el momento, te puede dejar tranquila.”

“Eso espero.”

“Confías en mí?”

“No hay duda.”

“Permites que le demos comienzo a esto.  Que le demos una oportunidad a Christian y a Estefanía?  Una oportunidad para ser felices?”

Labios CompartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora