Y así transcurrió mi semana, entre mi apartamento y el de Angel. Cada vez sentía menos cargo de conciencia, y cuando me atacaba enormemente, solo me recordaba que era algo pasajero y que Raúl no se enteraría. Cuando me convertí en esto? Donde estaban mis valores? Mi respeto a Raúl? Bueno, él en parte se lo había buscado.
Angel era todo un detallista, y estaba pendiente de mí. Me escuchaba, me aconsejaba y, lo mejor de todo, no me peleaba. Podía ser yo frente a él, sin ningún tipo de problema. Dándome el espacio que tanto anhelaba.
El viernes llegó y decidí llamar con la excusa de que tenía demasiados exámenes y trabajos como para ir a casa. Que necesitaba concentrarme, y allá tendría mucha distracción.
Mis papás accedieron felices; prometiéndome que me visitarían durante la semana. Esto porque mi papá tenía una reunión cerca de la universidad, y me invitarían a cenar con ellos. Incluso, me dijeron que invitara algunos de mis nuevos amigos para conocerlos.
Raúl? Bueno, a él no le agradó la idea. Discutió lo que no se pueden imaginar y yo simplemente decidí colgar la llamada; no estaba en la disposición para tolerar eso.
Entré a bañarme, pues saldría a comer con Safiro y Yaire. Luego, Angel me recogería y pasaría el fin de semana con él.
Casi lista para salir, mi teléfono sonó una vez más. Era Raúl, lo pensé, pero le contesté.
“Qué sucede Raúl?” pregunté un poco molesta.
“Por favor Estefanía. Perdóname si te he hecho algo que no te ha agradado. Prometo cambiar. No sé porqué siento que te estoy perdiendo y siento miedo. No te quedes allá el fin de semana” me suplicaba él…llorando?
Mi corazón se conmovió al escucharlo tan destrozado; aun así, no daría marcha atrás. Tenía mi fin de semana planeado y esto sería pasajero. Ya en dos semanas, Angel regresaría a su país y volvería a ser completa de Raúl. Lo mejor de todo? Nadie se enteraría.
“Lo siento Raúl. Mis planes siguen en pié, y te veré el próximo viernes. Te prometo que seré toda tuya.”
“Por favor Estefanía. No me hagas esto” continuaba él entre llanto.
“Raúl, te amo. Por favor, no sigas con esto. Te veré pronto. Nos vemos” le respondí y colgué el teléfono.
No sé porqué, aun cucando me dolía el corazón, no podía derramar una lágrima. Será que ya no lo amo como antes?
Sin darle más importancia al episodio reciente, terminé de vestirme y salí con las chicas. La pasamos de maravilla; el lugar era muy lindo y la comida excelente.
“Te quedas entonces el fin de semana?” preguntó Safiro con una intensión oculta detrás.
“Sí, y tú?” le respondí yo.
“Pablo me invitó a salir mañana. Y tú? Qué harás con Angel? Te quedarás con él nuevamente?”
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Labios Compartidos
Romance(Libro 3 en la Trilogía de Amor Eterno) Muchas veces te habrás preguntado si realmente las personas viven la vida que aparentan. Si esa chica brillante, hermosa, amorosa, tímida pero simpática frente a todos, guarda algún secreto en su vida. Si fre...