La operación fue todo un éxito. No niego que recibí un fuerte impacto al ver a mi papá conectado a tantas máquinas; se veía tan vulnerable. Tuve que controlar mis lágrimas pues no quería que me viera triste.
Mientras estuvo en cuidado intensivo, solo podíamos verlo a las horas indicadas. Al momento de irnos, nos suplicaba que nos quedáramos hasta que las enfermeras nos echaran de allí.
Un día antes de que mis tías y abuela se marcharan, mi papá fue dado de alta. La casa estaba llena de amigos de él y de nosotros. Teníamos una comida de bienvenida y todos querían estar; solo que el homenajeado apenas y compartió pues quería descansar, algo que era normal.
Raúl estuvo a mi lado durante todo este proceso. Se ocupaba de llevarme a la universidad, de asegurarse que comiera, que hiciera mis tareas y me acompañaba al hospital. Cuando mi papá regresó a la casa, Raúl me ayudaba en los quehaceres y a hacer las compras.
Una tarde, me encontraba en casa de Raúl. El lavaba su auto y la estábamos pasando muy bien.
“Mañana mi primo Pablo tiene una fiesta en su casa. Toda la familia va a estar y me gustaría que fueras conmigo” comentó Raúl terminando los últimos detalles del auto.
“Seguro. Ileana va a estar?”
“No, Pablo es sobrino de mi mamá. Quiero que la familia conozca a mi chica.”
“Tú chica? Eso suena algo…posesivo?”
“No creo. Sube al auto que quiero llevarte a un lugar.”
“A donde?” pregunté extrañada por el súbito cambio de tema.
“Es una sorpresa.”
Subí al auto tal y como Raúl me pidió. De camino, escuchábamos la canción “Dime que no” de Ricardo Arjona. Ambos íbamos cantándola desentonando como locos.
Quedé impresionada al ver que habíamos llegado a la playa.
“Qué hacemos aquí?” pregunté.
“Ya lo verás.”
Caminamos, subiendo una duna para llegar a un área más privada. Ese era el lugar favorito de Raúl y estaba comenzando a ser el mío también.
“Siéntate aquí y no mires atrás” dijo Raúl señalando una piedra que había entre el agua y la arena.
“De acuerdo.”
“No hagas trampa” me dijo mientras se marchaba.
Qué iba a hacer este hombre? Ninguno estaba vestido para estar allí, además, Raúl sabía que tenía que estar temprano en mi casa y ya el sol estaba cayendo.
ESTÁS LEYENDO
Labios Compartidos
Romance(Libro 3 en la Trilogía de Amor Eterno) Muchas veces te habrás preguntado si realmente las personas viven la vida que aparentan. Si esa chica brillante, hermosa, amorosa, tímida pero simpática frente a todos, guarda algún secreto en su vida. Si fre...