(22) Si yo me olvido

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Al lado el video de Kany García, Si yo me olvido; título de este capítulo.  Besos a todos y gracias por leer mi historia.

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El día siguiente, temprano en la mañana, Raúl me llamó para invitarme a salir con él.  Fuimos nuevamente de compras y a almorzar juntos.  La pasamos de maravilla; de veras que esto de comenzar de nuevo nos vendría muy bien.

En una de esas tiendas a las que entramos, conseguí un conjunto de ropa interior de mi súper héroe favorito.  Sin pensarlo dos veces, lo cogí y fui a la caja registradora a pagarlo.  Raúl lo aprobó inmediatamente, comentando que parecía una niña pequeña cuando le regalan un dulce.

Saqué mi teléfono para llamar a mi papá; quedé en encontrarme con ellos luego, para ir a cenar juntos.  Saldría muy temprano en la mañana.

“Raúl, en tres horas tengo que estar en mi casa.  Creo que nuestra estadía aquí se terminó.  Aun me faltan cosas por preparar para el viaje” le respondí mientras me dirigía a la puerta de salida.

“De veras te tienes que ir?”

“Raúl, no empecemos.  Te advertí algo.”

“De acuerdo, de acuerdo.  Quieres entrar a mi casa un rato?”

“No tengo ningún problema.”

Y así lo hicimos; llegamos a su casa y entramos un rato.  Llevé las cosas que había comprado, pues para no cargar con tantas cosas en las manos, decidimos echarlo todo en un solo paquete.

Raúl me miró y sonrió algo extraño.  Se acercó y me besó.

“Qué significa esto Raúl?”

“De la misma forma que ayer te complací; podrías complacerme hoy?”

“A qué te refieres?” pregunté yo como una estúpida.

“Porqué no me muestras lo bien que se te verá lo que te compraste?”

Fue entonces cuando reaccioné a lo que me estaba preguntando.  Que estúpida yo; porqué mi mente corre en unos momentos y en otros se queda paralizada?

“Seguro” le respondí y luego de conseguir mi conjunto, comencé a desvestirme frente a él. 

Sus ojos no se despegaban de mí; siguiendo cada uno de mis movimientos.  Mi sonrisa un tanto maliciosa y su mirada…les aseguro que me hubiese podido comer con ella.

Luego de colocarme, lo que me quedó muy bien, di una vuelta frente a él modelando.  Este no perdió ni un solo instante, y me tomó en sus brazos, besándome fuertemente y comenzando a quitarme la parte superior.

“A caso no querías que te modelara?”

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