Habían estado dos noches en el complejo antes de poder volver a Nueva York, como el protocolo dictaba tras una misión. Todo para evitar problemas de salud en los agentes recién llegados.
Lucas no había visto ni a su mujer ni a su hija. Ambas estaban en la ciudad, cuidando y resguardando el cuerpo comatoso del mayor de los Murphy. Peter también se había vuelto y ayudaba a Wanda con las visitas a Jerome en todo lo que podía. Lucas no obstante, esos dos días se había pasado llamando y escribiéndose con su mujer, por lo que estaba más que al día con el estado de salud de su hermano. Tenía un daño cerebral debido al traumatismo craneoencefálico, pero aún le faltaban pruebas por hacer. No se sabía si podría despertar y de hacerlo, en qué estado lo haría.
A pesar del pobre estado físico de su hermano, Lucas se sentía optimista. Si había podido curar a Carey, creía fielmente que podría curar a Jerome.
El día previo a la vuelta de Carey, Bucky, Alan y Lucas, Peter había estado investigando y recorriéndose toda la ciudad en busca de pistas sobre algo que tuviera que ver con Adam, pero como siempre desde el accidente, no encontraba nada. Cuando se asomaba la noche, fue al punto de encuentro que ya había preestablecido con su "compañero" de calles, Daredevil.
—... He visto un movimiento extraño por los muelles, un grupo de unas seis personas. —le dijo Peter, con voz cansada mientras se bajaba ágilmente de una cornisa.—
El hombre asintió, quedándose estático mientras Peter se acercaba a él.
—¿Algún rastro de tu amigo? —le preguntó ahora sobre Adam. Peter le contestó con una risa exasperada.—
—Si ves algo por favor, avísame. —dijo Peter, sacándole una risita que él en el momento no entendió.—
—Cualquier cosa te diré. —murmuró, alzando su puño, como siempre hacían entre ellos dos para pasarse el turno.—
Peter sonrió, aunque su máscara tapaba su cara. Alzó también su puño y chocó este contra el de su compañero, como un pequeño y amistoso saludo.
—Suerte. —le dijo Peter antes de desaparecer de ahí, balanceándose entre edificios.—
A la mañana siguiente, Peter se despertaba en el hospital al lado de Jerome. Wanda le había insistido que no hacía falta, pero él se sentía tan culpable por su accidente que lo mínimo que podía hacer era quedarse junto a él por las noches.
Talló sus ojos y despertó lentamente cuando las enfermeras a las siete de la mañana venían a revisar a Jerome y tomar nota de sus constantes vitales. Con un suave bostezo echó una mirada al abogado, que yacía en la cama conectado a una infinidad de cables y tubos.
—Buenos días Jery. —susurró, acercándose a él.— no sé si puedes escucharme pero... —suspiró, se sentía absurdo.— Wanda vendrá dentro de poco, los médicos dicen que estás bien, no bien del todo obviamente pero... En poco seguro que te despiertas. —le apretó ligeramente la mano.—
A la habitación poco después entró Wanda, Peter saludó con una suave sonrisa cansada a ella y a Annie, que jugaba distraída con una muñeca.
—¿Quieres que me quede con Annie un rato? —le preguntó Peter mientras miraba a la niña.—
—No, tranquilo. Lucas viene ahora en un rato y quiere verla. —tomó asiento, poniendo a Annie sobre sus piernas.— ve a descansar, te hace falta.
Peter asintió y la dejó allí sola, aunque no por mucho rato. A la habitación, a la media hora, entró una mujer alta, rubia, muy elegante. Tenía unas gafas de sol grandes, una gabardina beige y unas botas de tacón blancas que complementaban perfectas con su vestimenta de colores claros y suaves.
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Who is? | Bucky Barnes
FanfictionLa hija de Tony Stark se había ido durante cuatro años, en busca de aclarar sus ideas y sentimientos. Había estado con Peter Parker durante una corta pero intensa relación, pero al empezar a sentirse atraída por, quizás, la única persona con la que...