Who is? | Bucky Barnes

11

Lucas había vuelto de las clases de natación con Annie y antes de volver a casa, llamó de nuevo a Bucky, para ver si ya estaba preparado para ir con él a su casa.

—Wakey-wakey. —canturreó Lucas al escuchar cómo Bucky le atendía la llamada.— ¿dónde andas, vienes?

Un breve silencio se hizo entre ambos, ya Lucas sospechaba que algo iba mal.

—No... No creo que sea buena idea. —murmuró Bucky.

—Pues estoy debajo de tu casa. —anunció en voz alta, haciendo que el hombre se asomara para verle.

Tenía a Annie en brazos y lo saludaban ambos con alegría. Bucky sonrió y le dijo a Lucas que subiera, aunque no tenía ganas de visitas. Lucas, según entró en su casa, hizo una mueca de asco.

–Bucky esto huele a alcohol. —se quejó y al ver dos botellas de Whisky vacía en la mesa, seguido de un vaso medio lleno, entendió.— el ambiente me embriaga.

Bucky hizo una mueca, apoyándose en la pared y cruzándose de brazos.

—...Hay aquí más alcohol que en un hospital. —siguió hablando Lucas.

—Ya te entendí. —dijo con cansancio Bucky.

Lucas miró el piso, con nostalgia. Era en el que habían vivido hacía unos años.

—Sorprendentemente eres limpio...

—Tú eres súper desordenado. —opinó Bucky, mirándolo de forma cómplice y riendo a la vez.

—te veo mala cara, Buck.

—Bueno, no tuve buena noche que digamos. —soltó una pequeña risa triste, apartando las botellas y el vaso y llevándolos a la cocina.

—¿Dormiste mal? —preguntó con curiosidad Lucas.

—No dormí. —explicó brevemente Bucky, volviendo a escena.

Lucas alzó ambas cejas, sorprendido.

—¿Y por qué?

—Soy un patético, al parecer. Un maldito patético. —dijo finalmente, tomando asiento mientras suspiraba con fuerza.

—Bueno eso siempre, ¿pero hoy por qué te quita el sueño?

Bucky soltó una pequeña risa, gesticulando con los labios un insulto que Lucas recibió también con gracia.

—Ayer fui a buscar a Carey. Me dijiste que Adam estaba en tu casa y vi buen momento para pedirle que no se case, que estoy enamorado de ella y... —al ver la cara de Lucas, volvió a suspirar.— no me digas nada Lucas, bastante me castiga mi mente.

—No, es que simplemente nunca me habías admitido que estabas enamorado. —murmuró sorprendido.— te rechazó... Lo siento.

—Me dijo que sentía lo mismo, que le gustaba desde hacía años y que con Peter y Adam buscaba, prácticamente, un chico "correcto" que le dé estabilidad y toda esa mierda políticamente correcta. —le explicó de mala gana.— en resumen, que no quiere estar conmigo. Al parecer soy lo peor.

Lucas tragó saliva, asimilando toda la información mientras sentaba a su hija en su rodilla y la mecía un poco.

—Bueno... Al menos ya sabemos que siente lo mismo.

—Yo ya sabía eso. —exclamó con cansancio.— lo que quería saber era si quería estar conmigo y no quiere. No entiendo su juego, me mira, nos miramos, nos piropeamos, coqueteamos y se va con otro. Encima no recuerda la tarde en la que... —miró a Annie.— es igual. No debiste hacer eso.