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Bucky entró al bar, de mala gana y enfadado con el mundo entero. Lucas arrastraba de él como si de un niño pequeño se tratase, molesto de que Bucky no pusiera de su parte para despejarse y pasárselo bien. Cuando en la mesa del fondo divisó a Peter, Matt y Jerome paró en seco y lo miró, bastante mal. No soportaba a Matt y encima estaba Peter, al cual quería golpear desde la activación del protocolo. No era para nada su plan ideal de viernes.

—¿Esto qué mierda es? —le dijo a Lucas con molestia.

—Tu nuevo grupo de amigos. Para que dejes de salir con los viejos. —volvió a arrastrar de él y él gruñó, no se quería mover.

—Esto no es un grupo de amigos, Lucas. Matt es ciego, Jerome va en silla de ruedas, Peter es tonto y a mi me falta un brazo. Parecemos un grupo de integración social.

Lucas soltó una carcajada y se tapó la boca, tratando de no ser muy llamativo con su reacción.

—Me dijiste que me lo iba a pasar bien, pensé que habías traído a Steve. —se volvió a quejar.

—¿Cómo te voy a traer a Steve si mi pretensión era pasarlo bien? —le preguntó Lucas casi ofendido.— pero que conste que lo llamé y me dijo que estaba ocupado.

Bucky maldijo en bajo, susurrando un "¿ocupado con qué?" Muy exasperado.

Y aunque Bucky no tuviera la menor idea, Steve sí que estaba ocupado, ocupado investigando sobre él.

Esa mañana Steve se la había pasado en el registro civil. Había entrado casi con miedo, observando todo y esperando que nadie le reconociera. Aunque no quería lucir sospechoso, caminaba con cautela y cubierto con una gorra gris sencilla.

Se acercó al funcionario pertinente y aclaró su voz, queriendo llamar su atención. El hombre alzó la vista poco a poco y lo observó, reconociéndolo casi al instante.

—Oh dios... —susurró, con entusiasmo y nervios. Steve con varios gestos le pidió que bajara la voz.— Capitán. E-es un honor... Dígame en qué puedo ayudarle. ¡Qué honor!

Steve forzó una sonrisa de resignación y asintió, agradeciendo los halagos de aquel hombre. Pero tenía prisa.

—Estoy... En una misión en cubierta, para Los Vengadores. —le dijo en un murmullo, haciendo que la sonrisa del hombre creciera aún más.— y tú me vas a ser de mucha ayuda si quieres colaborar.

—Por supuesto, señor. Lo que usted me diga, de verdad. —asintió varias veces.

—Necesito las copias de todas las actas matrimoniales de los últimos dos meses. —le dijo sin rodeos y el hombre ladeó un poco la cabeza, confundido.— hazlo por tu país y tu país te lo recompensará. No quisieras entorpecer una misión oficial, ¿no?

El funcionario, algo dubitativo y temeroso, suspiró. Steve puso los ojos en blanco y de su bolsillo sacó una chequera. Por supuesto, a nombre de Tony. Pero como estaban casados Steve en teoría podía usar el dinero de Tony libremente.

Lo siento cariño por lo que voy a hacer con tu dinero, y lo siento Dios por este pecado... —dijo mentalmente, mientras con cuidado tomaba una pluma del mostrador y escribía rápidamente una gran cifra.— espero que esto le sirva para facilitar su búsqueda.

—Qué me muero... ¡Un cheque de Tony Stark firmado por Steve Rogers! —exclamó en susurro.— vale, sí. Espéreme aquí, le traeré lo que me pide.

Suspiró con fuerza y asintió. Hacía años que no se sentía tan mal consigo mismo, pero debía confirmar que Bucky se había casado con su hija, era una urgencia. Iba a investigar todas y cada una de las pruebas posibles antes de acusarlo. Rezaba porque fuera mentira, pero ya sentía que desde hacía semanas Dios no estaba de su parte. Para su mala suerte, ese lunes Bucky volvía al trabajo y Carey comenzaba sus entrenamientos.

Who is? | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora