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Los días pasaban y el equipo directivo no llegaba a un acuerdo. Tony había tenido oportunidad de hablar con Bucky por fin desde que se enteró que tenía una relación con su hija y las cosas no habían ido nada bien.

Bucky, ante todos sus insultos y faltadas, tan solo le dijo que le respetaba enormemente, pero que su respeto terminaba donde el daño hacia su mujer empezaba. Tony no podía ni quería aceptar ese compromiso, no sabía ni cómo seguía en pie después de la noticia, tenía ganas de golpear a Bucky, de llorar, gritar...

Sin embargo Bucky se mantuvo estoico y no se movió de delante de la celda Carey. Como ya había vaticinado, no se movería de ahí por nada del mundo hasta que no se solucionara de una forma con la que él y Carey estuvieran conformes.

Lucas, como cada día, estaba en el complejo pero en el ala médica, cuidando de su hermano. Había ido a visitar a Bucky y Carey cada día durante un rato, pero su prioridad era su hermano mayor. Trataba de percibir algún pensamiento o alguna señal vital que le diera esperanza, pero hasta el momento no tenía nada.

Esa mañana, con sumo cuidado, le había puesto al rededor del cuello una toalla y le cortaba el cabello mientras le hablaba, pues los médicos le habían dicho que quizás escuchaba todo. Aunque creía que era una gran mentira para animarle, le gustaba estar con su hermano.

—... Y que me dice Bucky que no, que el sexo oral no cuenta como sexo. ¿Te lo puedes creer? —comentaba Lucas, cortándole el cabello y peinando a su hermano.— si es que este hombre es más bruto que un tractor. Normal, si es un pueblerino... ¡Ay, que es verdad, que no te he contado! ¿Sabes que me dijo que es del medio oeste?

Miró el rostro inexpresivo de Jerome y suspiró con fuerza. No era tan divertido si no podía ver sus reacciones.

—Me dijo que nació en Shelbyville, Indiana. Qué basto... —se burló riendo, terminando de cortarle el cabello y dedicándole una sonrisa.— qué guapo estás ahora. Menos mal, parecías ya un vagabundo... Así como cuando Bucky tenía el cabello largo. Y deja que te levantes y conozcas a la tal Selene... Se parece a la modelo esta... ¿Cómo se llamaba? Ah sí, Adriana Lima. Dice que te conoce pero con lo rarito que eres tú...

—Llevo escuchándote veinte minutos y no has parado de criticar a todo el mundo, ¿no se supone que eran amigos? —dijo una voz tras él, haciendo que Lucas se sobresaltara. Era Tony.

—Stark grande... —dijo Lucas, girándose y mirándolo mal por unos segundos.— qué susto me diste. Era una conversación privada, vete a torturar con tu presencia a Peter.

Tony asintió y se cruzó de brazos, apoyando su peso en el marco de la puerta.

—¿Por qué te asustaste tanto? Pareciera como si estuvieras esperando una mala visita... —comentó, como si tanteara terreno.— por cierto, ¿ha venido alguien a visitarte...?

Revisó rápidamente la habitación, como si buscara algo.

—No, no... No ha venido nadie. ¿Qué buscas? Estás rarísimo. —comentó Lucas, arreglando con cuidado y meticulosamente la bata hospitalaria de su hermano.

—No busco nada, solo...

—¿Vienes a hablar de Carey, no? —le dedicó una pequeña sonrisa que si bien cansada escondía diversión.— ya lo sé, estás dolido por la boda... Pero ya te advertí en su día que Carey es tu viva imagen, obviamente te iba a traer problemas. Es una pequeña rebelde. —añadió ese comentario con cariño y no como si estuviera describiendo algún defecto de ella.

Ah... Sí. Mi viva imagen... Supe que mi vida sería complicada cuando mi hija empezó a tener pecho con doce años. —se quejó Tony, hundiendo su cara en sus manos.— podía escuchar al karma reírse de mi desde la distancia.

Who is? | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora