Who is? | Bucky Barnes

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Carey miró al abogado con curiosidad, analizándolo de pies a cabeza. Bucky, desconfiado, hacía lo mismo. Le había hecho quitarse las gafas de sol, los zapatos y vaciarse los bolsillos. Matt accedió a todo, ya había sido advertido por Lucas de los problemas de confianza de Bucky y lo complicado que sería ese "cliente".

Una vez se ganó la confianza de Bucky, pudo ponerle al día de la situación de Lucas. Le contó de su encierro y puesta en custodia, y aunque no podía desvelar mucho de la situación legal por secreto profesional, les había tranquilizado mucho con respecto a esa situación. El caso de Lucas se había facilitado gracias a que el de Bucky había ocurrido antes y era bastante parecido, por lo que ya se estaba hablando de un acuerdo para no llegar a juicio. Principalmente para que no fuera mediático, ya que al gobierno no les beneficiaba que saliera a la luz que el equipo del que depende la seguridad nacional y mundial tenía a un agente de Hydra escondido. Por lo que era de esperar que Lucas saliera muchísimo antes de lo previsto, condenado, pero al menos sin tanto proceso de por medio.

Una tarde, a penas unas horas antes de que llegaran a un acuerdo, Bucky se encontraba como de costumbre sentado en el suelo, hablando con Carey y jugando al tic tac toe, dibujando en el cristal con un marcador que le había traído Matt.

—Eres un tramposo, Bucky. No puedes borrar la cruz y hacerla de nuevo para ganar. —se quejaba Carey mientras él se reía.— no me hace gracia.

—Que yo no hice eso, fue que me confundí. —decía entre risas mientras comenzaba a dibujar unas cejas enfadadas en el cristal donde justo estaba la cara de Carey.— ¡No, no! —exclamó riéndose.— no te muevas.

—¡Bucky! —le gritó, golpeando de nuevo con enfado.— ¡no juego más contigo! Yo te había dicho que pusieras el círculo aquí. —señaló un cuadrante en el que ahora había una x.— ¡y tú lo pusiste donde te dio la gana!

—Si no sabes perder...

—¡Deja de dibujarme en la cara! —le gritó, comenzando a corretear en círculos por toda la superficie del cristal para que no le siguiera haciendo dibujos en la cara. Bucky la perseguía desde fuera, corriendo también en círculos pero dejando la punta del marcador contra el cristal, por lo que mientras tenían esa "persecución", la celda se llenaba de líneas y más líneas azules.

—Señor Barnes. —retumbó la voz de una mujer en la sala, haciendo que ambos dejasen de correr.

Él poco a poco fue calmando su risa y la miró durante unos segundos antes de suspirar con pesadez al reconocerla. Su psicóloga. Carey se sentó en el suelo de nuevo, observando la escena con curiosidad.

—Casi le detienen, otra vez. Tenemos sesión hoy, ¿es que no lo recordaba?

—Estoy ejerciendo mi derecho ciudadano de huelga, me protege la primera enmienda. —se quiso cruzar de brazos y, al acordarse de que su brazo de metal seguía averiado, suspiró.

La psicóloga alzó una ceja, mirándolo bastante mal por unos segundos.

—¿La primera enmienda?

—Sí, tengo abogados. —miró a Carey y añadió.— dos abogados. Uno no está disponible temporalmente pero....

—Déjese de tonterías y suba, no tengo todo el día.

—Qué mujer más brusca. —murmuró Carey, espantada.— pero igual deberías de hacerle caso, cariño. Lo que faltaba sería que te encerraran a ti también.

Bucky ladeó un poco la cabeza, quejándose. Odiaba la terapia y más si debía ir en esa situación. No se podía mover de ahí, le podía pasar algo a Carey.

—Doctora Raynor... No puedo. —dijo, mirándola suplicante. Casi como si quisiera que ella se pusiera de su lado y le ayudase.

Ella suspiró y asintió. Evidentemente, se esperaba esa respuesta.