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—Pórtate bien. —le exigió una vez más Lucas a Peter, colocando meticulosamente la bebida y cubiertos en la mesa.—

Tras la salida y recuperación de Adam del hospital y de que por fin hubiese conseguido el perdón de todos, Lucas había organizado una cena para anunciar algo y por razones obvias quería que todo saliese bien. Se había enterado del pequeño enfrentamiento entre Adam y Peter en el hospital y se temía que por comportamientos del que consideraba su hermano pequeño se pelearan en mitad de la reunión. Estaba también algo triste porque no podía anunciar lo que quería con su mejor amigo delante, pues se negaba a volver a Nueva York si Peter seguía igual de irritable.

—¿Que me porte yo bien? Es Adam quien me amenazó, soy la víctima. —dijo Peter ofendido.—

—Peter a mi ya me está cansado que desde que llegaron de Inglaterra te comportes como un niño con todos. Cuando tenías quince años parecías más adulto. Te llevabas bien con Bucky, le agrediste. Adam lleva desde que llegó tratando de llevarse bien contigo, y tú nada, de antipático. De ser yo Bucky o Adam del golpe que te doy ya te hubieses tragado tus dientes, pero al parecer ellos dos tienen más educación que tú. Tú te buscaste su odio, no eres víctima de nada, la reacción de Adam es la reacción que tendría cualquier novio normal. Y la de Bucky la de cualquier persona que está cansada de tus berrinches. Encima por tu culpa ni siquiera puedo anunciar lo que quiero con mi mejor amigo delante, así que deja de amargarme la vida.

Peter rodó los ojos y se sentó en una de las sillas, cruzado de brazos. Si Lucas no le daba la razón no le quedaba a nadie que lo apoyara en la campaña anti Adam.

—Yo me porto bien, pero si vuelve a ser tan cretino como el otro día no respondo. —avisó Peter alzando sus manos.—

—No me puedo creer que te de todo tan igual, eres un egoísta. Como se peleen ni creas que voy a hacer algo para separarles. —advirtió Lucas y terminó de colocar su mesa perfecta.— me sentaré a beber una copa mientras disfruto del espectáculo. Porque tienes y tengo suerte de que el otro día Bucky controlara muy bien los nervios, por tu culpa mi hija casi se queda sin padre. —dramatizó.—

En ese momento tocaron en la puerta y Peter aprovechó que Lucas iba a abrir para remedarle, haciendo muecas detrás de él. El hombre antes de abrir le enseñó el dedo del medio, haciéndole saber que sí sabía que había hecho aquellos gestos.

Al abrir la puerta recibió con una gran sonrisa a Alan, Carey y Adam, que tras la salida de este último del hospital se habían mudado a un departamento no muy lejos de allí.

Jerome salió de la cocina limpiando sus manos con un trapo y también los saludó de una forma cortés, invitándoles a que tomaran asiento. La sonrisa de Adam por el recibimiento fue borrada y sustituida por una mueca de desagrado en cuanto cruzó miradas con Peter, él por otro lado tenía la misma cara de asco y se negaba a dejar de mirarlo mal. Se caían mal y querían hacerlo saber.

—Peter qué alegría verte, justo tuve un sueño erótico contigo. —dijo Alan generando las risas de todos los presentes.—

—Qué desagradablemente sincero eres a veces. —contestó Peter antes de acercarse a saludarle.— ¿Tony y Steve no venían también?

—Tienen cosas que hacer. —le dijo Carey y miró a Peter con una sonrisa.— bonita camisa Peter, te sienta bien el rojo.

Adam se tensó un poco y miró a su novia para luego mirar al chico, que agradecía el piropo. Se separó del lado de su novia y se acercó a Peter para "saludarle" con un abrazo, debían fingir que todo iba bien entre ellos.

—Me sienta bien el rojo. —susurró con cierta gracia Peter en mitad del abrazo, tratando de provocar a Adam.—

—Recuerda que la sangre también es de ese color. —le contestó Adam separándose, tratando de que por sus gestos no se notase la tensión que había.—

Who is? | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora