Who is? | Bucky Barnes

26

Adam salió de la terraza y se encontró cara a cara con Bucky, que lo miraba totalmente serio e inexpresivo. Adam observó entonces a Carey y a Alan, que fingían conversar tranquilamente al fondo. Lo cierto era que sí conversaban, aunque tranquilamente no.

—Eres... No se puede hacer eso, estoy muy tenso. —le dijo Alan, que tenía ganas de gritarle a su hermana pequeña.— ya no sé ni qué decirle, ¿te puedes dejar de acostar con Bucky cada vez que puedes?

Alan se giró y miró a Bucky, que estaba de espaldas mientras hablaba con Adam. Luego, sonrió.

—Bueno, te perdono porque yo haría lo mismo. —dijo en una risita.— pero en serio, tienes que hacer algo ya. Yo no puedo cubrirte toda una vida. ¿Y qué vas a hacer, seguir planificando la boda con Adam? Mira que yo siempre te apoyo en tus maldades pero esto...

—¡Alan! —exclamó ella mirando de reojo a los hombres.—

—No puedes acostarte con Bucky y venir con su camiseta puesta. —exclamó en un susurro, reprochándole su torpe acción.

—Me quedé con él, no tenía nada más que su camiseta y cuando pasé por casa no tenía más tiempo para ponerme otra cosa. —se justificó ella.

—¡Vale, vale! Lo siento, ven. —la abrazó, escondiendo su cara en la camiseta e inspirando con fuerza.

Carey frunció el ceño y se separó del abrazo, mirándolo mal.

—¿Estás oliéndome la camiseta? —preguntó, mirando a Alan con los ojos entrecerrados.

—Huele a hombre de esos que te aguantan una noche entera. —exclamó Alan, fingiendo que se desmayaba.— cómo me encanta. Estás viviendo mi fantasía, más te vale no elegir a Adam.

Carey le dio un manotazo, quejándose por su comportamiento. Alan se rió en voz baja y miró a Adam y Bucky, que parecían tener una conversación silenciosa y muy incómoda.

—Bucky... —murmuró Adam, una vez que vio al hombre tras su llamada.— pensé que sería Jerome. ¿Qué haces por aquí?

Bucky lo analizó en silencio, completamente serio. Adam empezaba a incomodarse.

—Vengo a vigilar a Annie. Lucas no se fía de ustedes. —explicó brevemente, cruzándose de brazos.—

—Ah, sí, claro. —rodó los ojos, Bucky alzó una ceja.— pues... me alegra verte de nuevo. —murmuró acercándose para saludarle, de forma breve, cortés y con mucho respeto. Él pertenecía a Hydra, era más que consciente de cómo trabajaba Bucky.—

De repente, le vino un aroma bastante similar. En ese breve saludo, Adam supo de quién era la camiseta que tanto había dado que hablar. El tamaño, el olor, el estilo... No podía creerlo pero ya todo le encajaba en la cabeza; el amante de Carey era Bucky.

Jerome había tardado bastante en llegar y cuando lo hizo, se empeñó en quedarse un poco más con todo. Su excusa era que no estaba acostumbrado a quedarse a cuidar a Annie solo, pero la realidad era que odiaba estar solo y quería compañía. Adam, por otro lado había puesto la excusa de que tenía que irse a trabajar hasta la noche y Bucky seguía dándole vueltas a la supuesta verdadera identidad de Adam.

—No nos has dicho qué tal tu día, Jery. —le preguntó Carey al abogado, que se acercaba para abrazarla.—

—Petite Stark, eres súper dulce por preguntar, pero tenemos que hablar del problema de antes con Adam porque nunca había estado tan incómodo en mi vida. —le dijo Jerome, que si bien trataba de regañarla, no abandonaba su tono amable.—

Bucky prestó atención a su conversación, saliendo del trance. Estaba sentado justo en frente de todos ellos, pero disimulaba y evitaba mirar a Carey.