Who is? | Bucky Barnes

14

Tras la desastrosa tarde en casa de los Murphy, Adam, Carey y Alan volvieron a su departamento, agotados todos por motivos diferentes. Adam por imaginarse a su novia con Bucky, Carey por los nervios de que iría a verle esa noche en secreto y Alan, sinceramente, por cuidar y jugar con Annie.

Adam esa noche empezaba a trabajar de noche en el hospital. Habían tres días a la semana que tenía turno de noche, y eso le daba la tranquilidad de que su futura mujer no tuviese la oportunidad de ver a Peter o, al parecer, a Bucky. Sin embargo, la realidad era muy distinta. Al poco tiempo de irse a trabajar, Carey se arregló, dispuesta a ir a casa de Bucky para aclarar qué había pasado exactamente hacía cuatro años.

—Si te acuestas con él, me da igual que esté durmiendo, me despiertas y me lo cuentas. —le advirtió Alan, a lo que Carey respondió con una mueca de disgusto.—

—Bucky y yo somos amigos. —le repitió de nuevo, antes de irse.—

Bucky la esperaba con el corazón en un puño. No sabía ni cómo se había enterado ni cómo iba a contarle todo lo que pasó, pero lo que más le tenía inquieto era cuál sería su reacción. Tras horas y horas de torturase mentalmente, allí estaba ella, tan hermosa como la había visto siempre.

—Hola, Carey. —saludó tímido, cediéndole el paso a su departamento.—

—Solo me quedaré aquí un rato, no te preocupes. —aclaró ella, haciendo que a Bucky le doliera otra vez el pecho.—

Hubo un silencio incómodo. Se habían sentado uno en frente del otro, mirándose fijamente, ninguno sin saber qué decir. Carey había esperado a que Bucky dijese algo, pero al rato sacó sus genes Stark a relucir y lo dijo, de forma directa y sin rodeos.

—Nos acostamos, ¿verdad? —lo miró fijamente, y este con nervios asintió lentamente.—

Carey sintió un cubo de agua fría caerle encima, Bucky tímidamente se acercó a ella y la abrazó parcialmente. Sentía que todo era su culpa.

—¿Fue una vez? —preguntó ella aceptando su abrazo tras unos segundos.—

Bucky carraspeó, incómodo.

—Más de una vez, pero todo en la misma tarde. —aclaró.— lo siento mucho Carey, he discutido mucho con Lucas por esto, no sabía cómo decírtelo y... Me siento horrible.

La chica no sabía que decir, se quedó callada y mirando a un punto fijo, tratando de acordarse o más bien de imaginarse cómo habría sido.

—No me creo que me haya quitado semejante experiencia. —se quejó, alzando la vista para mirar al soldado directamente a los ojos.— ¿más de una vez?

—Cuatro. —hizo una pequeña mueca de desagrado, no le gustaba nada esta situación.— pero te pregunté muchas veces si estabas segura, muchísimas. Tantas que te parecieron ridículas y soltaste esa risita adorable que tanto me gusta.

Carey sonrió un poco, asintiendo.

—No ponía en duda eso, tranquilo. —le dijo sonrojándose un poco.— cuatro. —repitió con vergüenza.— tuvo que ser...

—Cansado al menos. —completó él, riendo junto con ella.— fue perfecto, al menos para mi.

Volvió a quedarse pensativa durante unos segundos. Abrazada a Bucky sentía la rapidez de sus latidos.

—Bucky podrías... —comenzó diciendo con vergüenza.— ¿podrías decirme cómo fue?

Bucky la miró desde arriba, sorprendido. Respiró para calmar sus nervios y luego asintió, accediendo.

—Nos besamos en tu habitación por primera vez. —comenzó diciendo.— nos volvimos a besar, varias veces, cada beso era más prolongado que el anterior. Te abracé por la cintura, y en uno de estos besos larguísimos tú te pusiste encima de mi. —dijo esto último con la boca pequeñita, de la vergüenza que le daba decirlo en alto.— en realidad, tú llevaste la voz cantante, te dije que estabas siendo mandona y te reíste con vergüenza. —recordó con una sonrisa.— cuando las cosas estaban ya muy... Serias, me separé. Te pregunté si eso era lo que yo creía que era y cuando me dijiste que sí, te pregunté varias veces si eso era lo que querías.