C.5 OFICIALMENTE JUNTOS

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Gianni Bellucci...

La cámara me permitió ver la negociación con Anhya, incluso escuchar la conversación gracias a que dejaron abierto el intercomunicador.

Observe sus gestos, sus movimientos, era lo más cerca que la había tenido. El escote y lo corto de la falda me hicieron tragar saliva. El maquillaje la hacía ver unos años mayor, no sabía si lo hacía a propósito para verse más adulta o es que realmente no empataba la edad con su apariencia. Me llamó la atención esa manía marcada que le descubrí, enroscaba el dedo índice y lo tallaba por la punta de la nariz.

Adquirió un tono frío y se levantó dispuesta a irse. Miller la había aleccionado muy bien. No tardó ni dos segundos cuando tajantemente los mando al demonio y lo mejor es que no titubeo.

- ¿Te diste cuenta? – preguntó Vladimir.

- ¡Claro! No les hizo falta hablar, estaban preparados para contraatacar. Mi muñeca lo tiene todo, no es tan dócil como se ve y eso me gusta.

- ¿Qué vas a hacer?

- Dejarme de juegos y darle el contrato. Si insisto seré el perjudicado, no la quiero con Diego Palacios fingiendo un amor que no siente. Además, corro el riesgo que no quiera firmar o que le prohíban participar y entonces no habrá manera de acercarme a ella.

- Es la primera vez que te rindes.

- Considéralo una inversión.

Rafael y Oscar entraron a la oficina donde estábamos.

- El resultado fue el esperado – dijo Oscar. – Anhya tiene una carrera limpia de escándalos, no se prestará a fingir una relación con la excusa de aumentar los niveles de audiencia. Además, viene de ganar un premio por su actuación en Sari.

- Oscar tiene razón, parece que no, pero perdimos cuando redujimos la penalización a lo que propusieron, sin contar que Miller es bastante férreo para negociar – confesó Rafael.

- Lo sé, su actitud cambió al instante. Hagan las modificaciones con todos los cambios que solicitaron y que firme mañana mismo, no perderé por una estupidez.

La razón del romance falso era para ver, ¿Qué tanto estaba dispuesta a rebajarse por un papel? ¿Qué tanto arriesgaba su persona y reputación por fama? Ya tenía la respuesta, nada. Y aunque Miller fue quien le dio la instrucción de irse, ella tomó la decisión de no ceder. Usaban las mismas tretas que nosotros en una mesa de negociación con la mafia, sin palabras, con gestos, miradas o movimientos.

Ella creía tener ventaja, y era mejor que lo siguiera creyendo. Desafortunadamente yo no era un hombre capaz de ceder terreno, ni en los negocios y menos en el amor. Simplemente estaba dejando una puerta abierta, que se cerraría en el momento que ella firmara el contrato. Dejarla escapar no estaba en mis planes.

Anhya Montalbán...

Últimamente Frank estaba más tenso que nunca, tal vez todo se debía al exceso de trabajo o al rápido crecimiento de la compañía, más no podía tomar eso como excusa. Llevaba toda la mañana reclamándome por una foto que Gibran subió. No podía controlar lo que hacían los demás y parecía no entender. Me envió un mensaje diciendo que me esperaba en Mayens Company. Estacioné el coche y me dispuse a salir, no quería discutir por la misma situación.

Entre al elevador, era el horario de comida de los empleados. Caminé directo a la oficina de Frank que estaba abierta, me escondí detrás de la puerta para sorprenderlo.

- ¿Todo bien? – era él.

- Nada está bien, una maldita rata escapo de la ratonera – esa voz era de Tony, se escuchaba molesto.

BELLUCCI, REENCARNACIÓN ITALIANA (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora