Un alma regresa de la muerte en busca del amor que perdió.... Es el caso de Gianni Bellucci.
Dicen que es la reencarnación de un hombre que fallecio más de 40 años atrás. Todo parece ser un presagio de lo que se avecina, y la historia se afianza cu...
Manejaba tarde a la empresa, lo poco que dormí no fue suficiente. Bostecé e inesperadamente tuve que frenar cuando entraba al estacionamiento. Una cantidad de flashes y reporteros rodearon el coche, hablaban al mismo tiempo y sus micrófonos golpeaban el cristal de mi lado. Fue tan sorpresivo que no sabía qué hacer. El jefe de vigilancia y otros guardias salieron a quitarlos de en medio logrando que pudiera ingresar a la compañía.
- El señor Montalbán lo espera en recepción – dijo uno de los empleados.
No entendía que demonios estaba pasando, pero debía ser grave pues André y Bruno esperaban junto a Richard. Me mostraron una fotografía que circulaba por internet, era del momento que Bellucci tenía a Anhya sobre la moto, el instante que no la dejó bajar. El rumor apuntaba a un trío amoroso el cual me incluía.
Estaba realmente enojado, dispuesto a terminar con esa maldita carrera que Anhya había elegido.
- Tienen que dar alguna declaración o esto no parara. - dijo Bruno.
Me negué, ni siquiera podía articular palabra y él quería que enfrentara a la prensa. Sentí que mi respiración estaba fuera de control.
- ¡Hijo! Bruno tiene razón, aquí no hay nada que ocultar. Ayer la misma Anhya nos contó sobre esta escena. Es obvio que la prensa lo único que busca es la nota, si te ven así, esto se hará más grande.
Richard minimizaba el hecho porque era su nieta, pero la ciudad entera ahora nos tenía en la mira.
Gianni Bellucci...
Había demasiado ruido a las afueras del centro comercial. Vladimir se acercó con disimulo.
- Hay reporteros queriendo hablar contigo y con Anhya, son tendencia en redes sociales y primera plana en los diarios. – La pantalla de su móvil tenía la imagen que nos habían tomado. – Mayens Company está rodeada de reporteros, quieren la declaración de Frank Hayes.
- ¡Maldición! – No me preocupaba Hayes, sino Richard. Oscar y Rafael se unieron a la conversación.
- La publicidad que han desatado desde el baile nos tiene en el top del espectáculo, somos un éxito asegurado, pero, por otro lado, no es conveniente que la prensa le dé está fama a tu chica – comentó Rafael.
- Sugiero le digas lo que está pasando y juntos calmen los rumores – comentó Oscar.
Anhya me interesaba mucho y perjudicar su imagen no era bueno. Tampoco quería que Montalbán y ella tuvieran problemas. En cuanto a su noviazgo, era obvio que estaba destinado al fracaso, más no debía ser por mí, sino por el mismo Hayes.
Pedí que la llevaran a un área privada en cuanto terminaran de fotografiarla. Le explique el alcance que habían tomado las cosas. En ese instante su teléfono emitió un suave sonido, lo revisó de inmediato.
- ¿Qué te parece si aprovechamos que están concentrados en Mayens Company y damos la cara?
Parecía no poner atención, veía atenta su teléfono. Empuñó la mano libre en un gesto de rabia, pero luego, al levantar el rostro noté un cambio en ella, había un gran vació en sus ojos.
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