Anhya Montalbán...
La locación era una avenida principal a plenas cuatro a.m. Cerraron un perímetro considerable para evitar accidentes a la producción. Aunque a esta hora la vialidad era visiblemente menor, la policía ayudaba desviando el tráfico a calles alternas.
Debajo de las prendas me habían hecho ponerme un equipo de seguridad. Tania revisaba que las coderas y rodilleras quedaran exactamente en su lugar y que la ropa las disimulara. Diego practicaba en la moto que usaríamos para grabar.
- Ten tu casco, tranquila y buena suerte. Estaré justo allá. – Tania siempre era mi apoyo en tiempos de necesidad. Había llegado la noche anterior porque tendríamos que llegar a la locación muy de madrugada. Cuando le conté la discusión con Frank se limitó a decir: "Antes apoyaba tu relación con él, ahora ya no. Eres mejor que todo esto Anhya y él no es para ti". Era la tercera persona que lo decía.
- Va, gracias.
Me dirigí hacía donde me indicaron debía esperar. Mi compañero de escena colocó la moto antes del punto de salida. Estaba a unos cuantos metros cuando Luca me detuvo.
- Veo tus ojos tristes bella ragazza.
Había sido un fin de semana bastante duro, pero tenía que reponerme.
- No te preocupes Luca, me he sentido un poquito mal, pero ya estoy mejor - dije mientras esquivaba su mirada.
- ¡Esta bien! Ven, tengo que darles las primeras indicaciones. ¿Lista?
- Si
Le indicó a Diego diera una vuelta lo suficientemente rápido para ver el dominio que tenía sobre la motocicleta. Tras quedar conforme revisó que portáramos la protección que nos asignaron e indicó el límite de velocidad. Me ayudó a subir a la parte trasera.
- Quiero que te sostengas fuerte y no te sueltes por nada – me habló tan cerca que incluso respiré su aliento mentolado. Con una ligera sonrisa me guiñó un ojo. - Ponte el casco muñeca. - No sé si era el motor o realmente mi corazón vibraba. Me ajustó el casco y se acercó aún más. - No te perderé de vista niña de ojos bonitos. - Sentía la incomodidad de Diego estar justo delante de mí.
Cuando nos dio la señal nos colocamos en el punto de arranque. La algarabía indicaba que el rodaje estaba a segundos de comenzar. La orden de silencio y el conteo regresivo.
- 5, 4, 3, 2 acción - La moto inicio su recorrido, por las calles de Los Ángeles. La escena marcaba dos autos siguiéndonos, tratando de derribarnos. Al cruzar el punto indicado y disminuir la velocidad, lastimosamente escuchamos – Se repite.
La primera toma no convenció al director, repetimos el mismo proceso varias veces. Nos volvieron a indicar paso a paso el trabajo de cada quien. Los nervios aumentaban conforme el reloj avanzaba. Se requerían tomas de noche según lo marcaba la historia.
- Vamos Diego, si podemos.
- Agárrate fuerte.
Hizo patinar las llantas y ronronear la máquina. La estela de humo que dejó fue adrenalina pura. Llegamos en el segundo exacto que nos habían marcado.
- Corte – gritaron. – La toma se queda.
Empezamos a movernos simulando bailes de felicidad. Abrace a Diego por la espalda, lo habíamos hecho.
- ¿Te ayudo a bajar niña de ojos bonitos? - dijo y le metí un golpe.
- Deja de escuchar conversaciones ajenas.
- Y ustedes dejen de estarse coqueteando. Que incomodo es hacer mal tercio - rio.
- Te ganarás una paliza si sigues diciendo eso.
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BELLUCCI, REENCARNACIÓN ITALIANA (LIBRO 1)
RomanceUn alma regresa de la muerte en busca del amor que perdió.... Es el caso de Gianni Bellucci. Dicen que es la reencarnación de un hombre que fallecio más de 40 años atrás. Todo parece ser un presagio de lo que se avecina, y la historia se afianza cu...