C.13 GRABACIONES

24 1 0
                                    

Anhya Montalbán...

La locación era una avenida principal a plenas cuatro a.m. Cerraron un perímetro considerable para evitar accidentes a la producción. Aunque a esta hora la vialidad era visiblemente menor, la policía ayudaba desviando el tráfico a calles alternas.

Debajo de las prendas me habían hecho ponerme un equipo de seguridad. Tania revisaba que las coderas y rodilleras quedaran exactamente en su lugar y que la ropa las disimulara. Diego practicaba en la moto que usaríamos para grabar.

- Ten tu casco, tranquila y buena suerte. Estaré justo allá. – Tania siempre era mi apoyo en tiempos de necesidad. Había llegado la noche anterior porque tendríamos que llegar a la locación muy de madrugada. Cuando le conté la discusión con Frank se limitó a decir: "Antes apoyaba tu relación con él, ahora ya no. Eres mejor que todo esto Anhya y él no es para ti". Era la tercera persona que lo decía.

- Va, gracias.

Me dirigí hacía donde me indicaron debía esperar. Mi compañero de escena colocó la moto antes del punto de salida. Estaba a unos cuantos metros cuando Luca me detuvo.

- Veo tus ojos tristes bella ragazza.

Había sido un fin de semana bastante duro, pero tenía que reponerme.

- No te preocupes Luca, me he sentido un poquito mal, pero ya estoy mejor - dije mientras esquivaba su mirada.

- ¡Esta bien! Ven, tengo que darles las primeras indicaciones. ¿Lista?

- Si

Le indicó a Diego diera una vuelta lo suficientemente rápido para ver el dominio que tenía sobre la motocicleta. Tras quedar conforme revisó que portáramos la protección que nos asignaron e indicó el límite de velocidad. Me ayudó a subir a la parte trasera.

- Quiero que te sostengas fuerte y no te sueltes por nada – me habló tan cerca que incluso respiré su aliento mentolado. Con una ligera sonrisa me guiñó un ojo. - Ponte el casco muñeca. - No sé si era el motor o realmente mi corazón vibraba. Me ajustó el casco y se acercó aún más. - No te perderé de vista niña de ojos bonitos. - Sentía la incomodidad de Diego estar justo delante de mí.

Cuando nos dio la señal nos colocamos en el punto de arranque. La algarabía indicaba que el rodaje estaba a segundos de comenzar. La orden de silencio y el conteo regresivo.

- 5, 4, 3, 2 acción - La moto inicio su recorrido, por las calles de Los Ángeles. La escena marcaba dos autos siguiéndonos, tratando de derribarnos. Al cruzar el punto indicado y disminuir la velocidad, lastimosamente escuchamos – Se repite.

La primera toma no convenció al director, repetimos el mismo proceso varias veces. Nos volvieron a indicar paso a paso el trabajo de cada quien. Los nervios aumentaban conforme el reloj avanzaba. Se requerían tomas de noche según lo marcaba la historia.

- Vamos Diego, si podemos.

- Agárrate fuerte.

Hizo patinar las llantas y ronronear la máquina. La estela de humo que dejó fue adrenalina pura. Llegamos en el segundo exacto que nos habían marcado.

- Corte – gritaron. – La toma se queda.

Empezamos a movernos simulando bailes de felicidad. Abrace a Diego por la espalda, lo habíamos hecho.

- ¿Te ayudo a bajar niña de ojos bonitos? - dijo y le metí un golpe.

- Deja de escuchar conversaciones ajenas.

- Y ustedes dejen de estarse coqueteando. Que incomodo es hacer mal tercio - rio.

- Te ganarás una paliza si sigues diciendo eso.

BELLUCCI, REENCARNACIÓN ITALIANA (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora