C.14 ADVERTENCIA

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Gianni Bellucci...

Llevábamos dos horas grabando la misma escena, primero con una moto estática y utilizando fondo verde para los efectos. Luego apoyados con una grúa y cables sosteniendo a los actores.

- No da el realismo que pretendemos – dijo el director.

- ¿Qué propones? – preguntó Rafael.

- Si queremos un producto que sorprenda, Diego tiene que hacer la escena con la moto en movimiento.

Me tallé la cara, aunque ese chico tenía buen control de la moto, Anhya tenía que ir sentada al frente y de frente a él, arquear su cuerpo, sostenerse de él con ambas piernas y mantenerse así por lo menos algunos segundos, sin contar que los movimientos que hacía requerían equilibrio para los dos.

- Es imposible – dijo Oscar. – Anhya caerá.

- Por lo menos hay que intentarlo – sugirió Rafael.

- Qué lo haga la doble – No expondría a mi muñeca a una caída. La risa de todos me hizo preguntarme ¿de qué me había perdido?

- No se puede – aclaró Oscar. – El contrato dice claramente que Anhya no usará dobles, a menos que ella lo solicite.

- ¿Fuiste capaz de ponerle una cláusula de ese estilo? – Los golpearía si decían que sí.

- ¡Claro que no! Esa fue una de las modificaciones que pidió Miller.

- ¿Y cómo lo permitiste?

- Te recuerdo que dijiste que aceptáramos sus condiciones.

Rafael y Oscar hablaron con ella para utilizar una doble, la respuesta fue un no definitivo.

- No aceptó. Hagamos una prueba con la doble para ver como lo hace Diego.

Tras darle la indicación, la chica simuló los movimientos que Anhya debía hacer. Diego perdió el equilibrio yéndose de lado.

- ¡Mierda! – exclamó Oscar. – Debe existir otra manera.

- La hay - dijo Rafael. – Prepárate Gian, entrarás tú. Tienes la misma complexión que el protagonista, el casco cubrirá tu rostro, no se notará el cambio.

- ¿Estás loco? Yo no soy actor.

- ¡Vamos hombre! No harás nada que no hayas hecho antes. A menos que quieras que nuestra protagonista se ponga en peligro si lo intentamos con Diego. – Tenía ese gesto de estarme fregando como en la universidad.

- Eres un maldito cabrón.

Rafael pidió que prepararan otro vestuario similar al que llevaba Diego. Fui rumbo al camper para cambiarme.

- La suerte te sonríe – susurró Vladimir – Solo no huyas con ella.

La difusión sobre las grabaciones, y el hecho de hacerlo en locaciones cercanas al aire libre, rápidamente atrajo la atención de la gente

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La difusión sobre las grabaciones, y el hecho de hacerlo en locaciones cercanas al aire libre, rápidamente atrajo la atención de la gente. Pusimos un cerco de seguridad cuando la aglomeración rebasó las expectativas, esperaban tener acercamiento con los actores. Muy cerca del espacio donde estaban los equipos de staff vi a Tania con Hayes.

BELLUCCI, REENCARNACIÓN ITALIANA (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora