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Hola, volví. Miren a Lee know en la playa, se ve tan lindo. 

Extrañaba poner imagenes en la multimedia. 


Capítulo cuarenta y siete: Aniversarios.

Minho siempre lograba sorprenderla, ya sea con cada coreografía que baila, cada canción que canta, cada letra que escribe... o cosas un tanto extrañas que hacía, aunque está vez realmente había superado esos límites.

Era su segundo aniversario como pareja, __________ ya le había dado su regalo, no había sido algo muy extravagante, sólo era un collar de gatito y tres broches personalizados para su ropa. Cuando fue el turno de Minho para enseñarle lo que había comprado para ella, casi se desmaya.

—Estás jodidamente loco, Lee Minho.

—Lo sé. —dijo asintiendo orgulloso de lo que había hecho.

—¿Cómo lograste comprar todo esto? —cuestionó la rayis mirando el regalo que le había dado el castaño, que consistía en más de veinte botes grandes de helado.

—Realmente no importa, ahora, ¿no quieres empezar a comerlo?

—No. —vio el pequeño puchero que se estaba formando en los labios de su novio y se retractó de decir aquello. —Quiero decir... ¡No hay que esperar más! comencemos a comernos todo este helado, Honey.

El chico le sonrió y fueron por un bote de helado cada uno, se sentaron en el sillón para empezar a comer.

—¿De qué es ese? —preguntó Minho.

—Es de frambuesa, creo. —respondió ella con la boca llena de helado. —¿El tuyo?

—Vainilla. ¿Quieres saber cómo saben combinados? —levantó las cejas repetidamente de una forma bastante graciosa y señaló sus labios mientras se acercaba a ella.

—No.

—Pero...

—Es pegajoso, Lino. Antes debemos lavarnos lo dientes. —se alejó tantito de él y siguió comiendo su helado.

—Te estas juntando mucho con Seungmin, ¿verdad?

—Él te obliga a lavarte los dientes antes de besarse, ¿o qué?

—No puedes responder una pregunta con otra pregunta. Aparte, NOOOOOO. Iugh, antes muerto que besar a Seungmin.

—Ajá, sí. Entonces, vete a lavar los dientes y luego hablamos sobre besos.

Minho le miró mal y se levantó del suelo con un puchero en los labios, antes de ir al baño se volteó para decirle. —Mala.

—NOOO JAJCSANKJCS. No puedo creer que estés haciendo eso, Min, ¡te ves tan tierno! —dejó el helado a un lado y corrió para alcanzar a Minho para repartir besitos por casi toda su cara, sí, exceptuando sus labios.


(. . .)


Veían la nueva serie en la que estaba saliendo el actor coreano fav de la rayis, Seo Changbin, sin embargo, una pregunta rondaba por su cabeza que no le dejaba centrar su atención en el guapo actor.

—Tengo una preguntita... —dijo de repente haciendo que Minho volteara a verla. —¿Cómo decidiste comprar todo ese helado?

—¿Acaso no recuerdas?

—Uh, ¿qué? Tú sabes que tengo una memoria pésima para algunas cositas, Honey.

—Bueno, te cuento, para que recuerdes. Fue hace tres años, creo. Yo volvía de una gira y tú me fuiste a recoger junto con Jack y Lúan, entonces me dijiste que te comprara una heladería completa, entonces yo lo cumplí.

Novios por contrato | 𝐥𝐞𝐞 𝐤𝐧𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora