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Capítulo cuatro: Gordolandia.


Minho: Sigo sin creer que me estén arrastrando hasta ese lugar con un nombre tan extraño.

—Pues créelo porque ahora estamos yendo hacia allí.

Lúan y Jack rieron, Minho se quedó callado durante el resto de camino hasta que llegamos al hermoso restaurante. 

—Hasta acá me llega el olor a buena comida.

Lúan: Muy cierto, no puedo esperar para volver a probar ese tteokbokki especial que hacen. Deberías probarlo, Jack. ¿Jack? —preguntó al no obtener respuesta del chico.

Jack estaba intentando jalar a Minho ya no quería entrar.

Minho: No creo que sea buena idea, Jack. No tengo hambre.

Jack: Por supuesto que es buena idea, no ocurrirá nada si comes sólo un poco.

Minho: Yo voy a comer, no quiero saber cuantas calorias tiene un alimento de aquí. 

—Tú te lo pierdes, cariño... La comida aquí es realmente buena y lo dulces también. —señalé la sección de dulces que había en el lugar.

Lúan: Eso es cierto. No te preocupes demasiado, por una vez que comas a aquí no pasará nada. De hecho nosotras no venimos tan seguido porque si comiéramos diario aquí tendríamos serios problemas de salud.

Minho le dio la razón y terminó por asentir. 

Minutos después llegó el mesero, entonces pedimos nuestra comida y nos dieron un vaso de jugo de naranja en lo que traían lo que pedimos.

—¿Qué haremos mañana? 

Lúan: Tú irás a tu nueva escuela, ya sabes, mientras más rápido comiences será mejor.

—¿De verdad? —pregunté mientras una sonrisa aparecía en mi rostro, no podía estar más feliz luego de escuchar aquello

Lúan: Pues si, pero si no quieres tampoco te podemos obligar, ¿verdad?

—Chee que mala eres.

Mesero: Aquí está su comida. —habló el chico interrumpiendo nuestra platica.

Puso los platos en la mesa y a mí casi me brillaron los ojos, de verdad ya tenía demasiada hambre.

Después de que el chico se fuera, nos dispusimos a comer, no pude evitar mirar a Minho quien tenía su vista puesta en la mesa.

—¿Acaso tienes hambre, cariño? —pregunté mientras agitaba un poco mis pestañas en dirección a Minho.

Minho: No, no me llames así.

Jack: Admite que tienes hambre, CARIÑO...

Jack pasó sus palillos con tteokbokki cerca del rostro de Minho y yo sólo pude ver sus ojitos casi suplicantes antes de que finalmente hablara.

Minho: Joder, si tengo hambre.

—MeSeRo!! —grite y en un instante llegó aquel chico.— Podría traerle el plato especial del día él.

El chico asintió y se fue, Minho me sonrió, claro no era una sonrisa linda, era una sonrisa falsa... yo hice lo mismo. Empezaba a saber cómo tratarlo.

Por fin había llegado la orden de Minho, el mesero se veía un tanto nervioso luego de haber puesto el plato frente a él.

Mesero: Uh, bueno, yo... Usted es Lee know, ¿cierto?

Minho asintió y noté como una pequeña sonrisa se formaba en la comisura de sus labios.

Mesero: Me podría autografiar esto? —señaló su mandil.— y también podría hacerlo su novia?

Novios por contrato | 𝐥𝐞𝐞 𝐤𝐧𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora