Novios por contrato | 𝐥𝐞𝐞 𝐤𝐧𝐨𝐰

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》Capítulo nueve: El chico perfecto para ti.

Narras tú:

—No puede ser, lo siento tanto. —me disculpé de inmediato una vez que nos separamos—. De verdad yo no sé cómo...

Minho: Descuida, no importa.

Él se levantó rápidamente del pasto y se alejó de ahí sin decir nada más. Los fotógrafos después de ese beso parecían haber quedado satisfechos y ahora estaban recogiendo sus cosas.

—Rayos.. creí que era Timmy. Feos sueños.

Entonces había besado a Minho, y de alguna forma se había sentido tan genial.

De cualquier forma, me apresuré a ir detrás de Minho, quien ya se encontraba sentado en una banquita del lugar, no había expresión alguna en su rostro, solo era él mirando a la nada.

Minho: Estás invadiendo mi espacio personal.

Y ahí estaba el Lee know de antes, ese Lee know grosero y mala onda.. por no decir otras palabras. Sabía que no todo podía ser tan perfecto.

—Como digas.

Fue lo que dije e intentado no parecer demasiado afectada por sus palabras, me levanté de la banquita y comencé a caminar hacia donde estaba Lúan platicando con su jefe, en cuanto se percataron de mi presencia Lúan se acercó a mí y me llevó a un lugar más alejado para hablar.

Lúan: ¿Ocurrió algo, linda?

—En realidad, nada que no haya pasado antes, pero no tengo ganas de hablar de eso ahora. ¿Crees que podamos volver a casa ahora? Me duele el estomago.

Lúan: Bien, iré a avisarle a los demás. Cuando quieras hablar sobre lo que sea, sabes que aquí estoy, ¿de acuerdo? Ahora, puedes adelantarte a la camioneta, voy en unos momentos.

—Gracias, Lúan.

Me dio las llaves y yo fui a la camioneta, de verdad me dolia mi estomago mucho, sabía que no debía de comer demasiado. 

Me acomode en los asientos de atrás y me dispuse a dormir.

(. . .)

¿Cuánto llevábamos con esta farsa? ¿Dos meses? ¿Tres?

No lo sabía, pero probablemente un poco más que eso.

Después del incidente del beso no hablamos más acerca de aquel tema, Minho había vuelto a ser más agradable de nuevo, incluso podría decir que nos volvimos más cercanos, él siempre estaba sonriendo cuando yo lo veía y eso de alguna forma también me hacía sonreír a mí.

—Bien, ¿entonces irás con Han? —pregunté para después tomar un sorbo de mi té.

Minho: Corrección... Iremos con Han.

Esa sonrisa tierna pero con malicia nuevamente estaba en su rostro. Nada bueno podía venir de aquello.

—Lo siento, pero no pienso ir. Tengo mucha tarea que hacer, ya sabes, practicar mi baile porque soy pésima en eso y también tengo que estudiar para mi examen de historia de la música.

En realidad, ese examen era dentro de una semana, pero Minho no tenía que saber eso.

Minho: Oh, vamos, sabes que puedo ayudarte con eso. Aparte es viernes y tienes tres días porque el lunes no hay clases.

—Sí, tienes razón. —asentí de acuerdo, pero rápidamente mi expresión cambió a una de confusión—. Un momento... ¿Tú cómo sabes eso?

Minho: Conozco a varia gente de por ahí.