Novios por contrato | 𝐥𝐞𝐞 𝐤𝐧𝐨𝐰

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》Capítulo diez: El tiempo que sea necesario.

Lúan de nuevo se había pasado de tragos, esta vez no la podría cargar yo sola ni al auto y mucho menos a mi casa.

—Min-minho...

Minho: ¿Qué ocurre? —se giró para mirarme y sus ojos se abrieron demasiado—. ¿Estás borracha?

—N-no

Si lo estaba, tal vez no solo Luan se había pasado un poco de tragos, la verdad era que ella me había dado un poco y luego perdí la cuenta de cuantas tome.

—Bu-bueno, creo que solo un poquitín, pero solo un poquitito.

Él se levantó del lugar en donde estaba, fue hasta donde yo me encontraba y me tomó suavemente del brazo.

Minho: Es hora de volver a casa, ¿si?

Entonces nos despedimos de todos para salir e ir a donde su auto se encontraba estacionado.

Minho: Tomaste demasiado, ni siquiera me di cuenta. De verdad estás loca.

—No tanto como tú~

Minho: Sí, sí, vamos sube al auto, te llevaré de regreso.

—Pe-pero falta Lúan.

Minho: Le mandaré mensaje a Jack para que la lleve a su casa, no te preocupes.

Abrió la puerta del auto y me ayudó a subir.

(  .   .   .  )

—Gracias Minho.

Minho: No hay porque agradecer.

—Claro que si.

Minho: No olvides tomar agua, hidrate. No querrás tener una horrible resaca cuando despiertes.

—Como usted diga, señorito Lee.

Minho rio por lo que yo había dicho, luego se despidió de mí y se fue.

Me metí a bañar, me cambié y después fui a la cocina para prepararme algo de comer.

—Minho, minho, minho, minho... ¡¡MINHO!! ¿Por qué siempre estás en mi cabeza? 

Una vez termine de hacer unas quesadillas, fui a sentarme a la sala para ver una película, era la medianoche pero no tenía nada de sueño, al parecer el efecto del alcohol era diferente en mi.

Mientras veía la película del Capitán América, me imagine a Minho con el cuerpo de Chris Evans, pero el cuerpo que tenía antes de que se volviera un vengador, osea, todo flacucho.

—No debería estar pensando en él.

Mientras reía, no me dí cuenta de que había tirado mi quesadilla al suelo y el queso se le salió.

—Ayyy no, pobre de mi alfombra... Un momento... ¿Por qué el queso tiene la cara de Minho? —me pegue en la cabeza.— Un momento x2... ¿Por qué sigo hablando sola?

Solo faltaba que el queso con cara de Minho me hablara.

Apagué la televisión, deje mi quesadilla en la alfombra y me fui a dormir, tal vez no tenía sueño pero claramente necesitaba dormir para dejar de imaginar a Minho en todas partes.

—Vamos tú puedes.

No podía dejar de imaginar a Minho y a mí como una pareja de verdad. El alcohol de verdad era una tortura, ya no quería tener a Minho en mi mente.