¿Creíste que era el final? Apenas esta comenzando. Lo que al principio parecía una luz que guiaba a un final feliz se convirtió en una oscuridad ahogada que podría poner en riesgo un amor como el de ______ Miney y Joel Pimentel, tantos secretos, tan...
Este capítulo tiene contenido +18 un tanto explícito, se suplica discreción de igual forma de no querer leerlo lo entiendo.
Que lo disfruten.
#
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi sangre se helo.
No podía ser verdad, ella no había hecho eso.
Roman cae al suelo con una apuñalada y una bala que atraviesa su cabeza sin compasión alguna.
—Siena... — murmura Joel.
Si, mi hermanita de ocho años había matado al hombre que iba a matar a mi esposo.
Allison tensa la mandíbula, —¡Maldita niña!
—¡No la toques! — reta Johann poniéndose frente a ella.
—Todo ustedes son... me voy a vengar de lo que han hecho. — dice entre dientes.
Johann se reclina sobre su estomago cuando esta lo apuñala con un cuchillo no se en que momento levante el arma y le dispare varias veces hasta que cayo junto al cuerpo de Roman, tal y como ella lo hubiese deseado; Joel corre hacia donde esta Johann marcando el numero de Pietro y yo solo pude abrazar a mi Siena.
La apreté fuerte contra mi haciendo que soltara el arma y el cuchillo, — ¿Estas bien? —pregunte revisando su rostro y dejando besos cortos por todo él.
—¿Lo mate _____? — pregunta esta viendo el cuerpo y la sangre regada en el suelo blanco.
La tome de la mano y la saque de ahí, — No cielo... no has matado a nadie. —intente ser comprensiva.
—Mátalo. —dice ella.
—¿Q-Que? —tartamudee.
Sus ojos grises estaban oscuros, —Si no lo mate yo, quiero que lo mates tú ¡Mátalo ____! ¡Ahora!
Negue anonadada por su reacción, — No... a ver ¿Por que quieres que yo
Interrumpe, —Quería hacerte daño... él quería hacerles daño y esa señora hirió a Johann ¡Sono così sconvolto, li odio e odierò anche te se non lo uccidi! [Estoy tan molesta, los odio y te odiare a ti si no lo matas.]
Joel aparece detrás ayudando a Johann a caminar, —Nena, nena mirame...
— ¡¿Que?! —dice Siena obedeciéndole.
— Lo hiciste bien. — le sonríe, — Pietro estará aquí en quince minutos, encárgate.
Asentí, —Lo hare.
Lo veo alejarse junto con Johann murmurandole algo que yo no pude llegar a escuchar.
— ¿Que no estabas con mamá Helena? — cuestione a la pequeña, — ¿Siena? — murmure cuando vi que respiraba de una forma extraña. — ¿Preciosa estas bien?
