LIV: LO HAS HECHO

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          El agua apenas estaba fría. Era agradable. Sentada en el borde de la piscina, movía los pies. Mi piel, tan blanca, parecía, brillar bajo el agua. Llevaba el bañador y una camiseta encima. Nunca dejaba que nadie me viese la espalda. Entonces apareció ella. Verla en bikini hizo que me sonrojara de repente. Tenía un cuerpo escultural y me dieron ganas de besar cada centímetro, empezando por quitarle aquella ropa de baño. "Puff" pensé, lo del desayuno no me había sentado bien. Mojé mi nuca. Caminó por el lateral de la piscina, moviendo las caderas. Me perdí de nuevo en su cuerpo, el cual, parecía estar pintado, en lugar de llevar tela encima. No podía parar de mirarla. Llegó a la zona más honda y sin pensarlo dos veces, se tiró de cabeza. Nadó de una sola vez hasta donde yo me encontraba, recorriendo la piscina de lado a lado en un solo buceo. Salió del agua poco a poco. Su cuerpo, mojado, hizo que me estremeciera. En aquella zona, el agua le llegaba por la cintura.

          Me hizo un gesto para que me acercara. Dudé. No me moví. Negué con la cabeza. Seductoramente se acercó a mí y me tendió la mano. Me bajé del bordillo con su ayuda.

-Te vas a quedar fría - me dijo, sonriendo.

-¿Eso realmente te preocupa? - dije, alzando una ceja. Asintió. Me levantó un poco la camiseta pero frené su mano. - Ella no está. Ha ido a la compra - dijo simplemente y yo le dejé quitármela. Con ella me sentía segura. Empezó a caminar hacia atrás, llevándome con ella. Cuando el agua comenzó a llegarme a los hombros me detuve. - ¿Estás bien? - me dijo, acariciándome la cara.

-Si te digo algo... ¿Prometes no reírte? - ella asintió y cogió mis manos. - yo... No sé nadar. - dije, encogiéndome de hombros. Abrió la boca, incrédula. Se la cerré con la mano y puse los ojos en blanco,  retrocediendo. Buscó de nuevo mi mano.

-Yo te enseño - dijo.

          Después de varios intentos, aquello resultaba imposible. - Estás muy tensa, Clara- decía ella - por eso te hundes.

-Te juro que lo intento - dije yo.

-Mira. Tenemos mucho tiempo. No tienes que aprender ahora, ¿vale? - dijo ella, dándome un abrazo. Asentí en su hombro. Sentir su cuerpo húmedo contra el mío solo aumentaba mi nerviosismo, siempre presente al estar con ella. Le di un tierno beso de agradecimiento. Ella me lo devolvió con cierta picardía. Aquellos juegos suyos me encantaban. Se metió en el agua y la seguí. Una vez rodeadas por el agua volví a besarla. Mordí su labio. Miles de burbujas rodearon nuestros besos. Seguía sus labios como un sediento el agua. Movía todo mi cuerpo a su compás. Salimos a tomar aire.

-Clara- dijo ella, agarrándome con un brazo.

-¿Si? - dije yo y de repente sentí pánico. Estaba en mitad de la piscina, sin hacer pie y alejada de cualquier lugar donde pudiera agarrarme.

-Te tengo- dijo ella, acercándome al borde. Me agarré y respiré hondo. Me giré a mirarla. Estaba temerosa de mi reacción. Le sonreí.

-!Lo has hecho! - dijo ella, orgullosa. La abracé, realmente feliz. Ella colocó los brazos en el borde y quedé sujeta solo por ella. La besé de nuevo.
-Gracias - le dije, susurrando en su oído. Sentí como se estremecía y eso me puso a mil.

           Mis manos jugaron con el tirante de su bikini, bajándolo un poco por su brazo mientras la apretaba más contra mí. Besé su clavícula. Deseaba desnudarla. Como leyéndome el pensamiento, dijo:

- Espera - aguantó un gemido ahogado.

-Después de lo de esta mañana, no tienes derecho a mandarme esperar - dije, acariciando su brazo con el tirante entre mis dedos-

- No es mi culpa... - dijo - que seas tan jodidamente sexy cuando te ruborizas. - Intenté desandar su biquini pero ella me detuvo. - Espera, así no-dijo de nuevo. La miré confusa-Clara, quiero que tu primera vez sea especial. - Levantó el meñique y yo lo abracé con el mío.

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