LXI: MI TÍA ESTÁ LOCA

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-¿Qué haces aquí? - preguntó la mujer, malhumorada, mientras volvía a echar el cerrojo. - ¿Se ha muerto ya? - su falta de tacto me sorprendió.

-Necesitamos un sitio donde pasar la noche. - dijo, sin dar más explicaciones.

-¿Y esta quién es? - preguntó, mirándome de arriba a abajo - ¿te la has encontrado en la calle? - añadió mirando mis pintas.

- Es mi novia- dijo, mientras me ayudaba a quitarme la chaqueta, que estaba empapada. Escuchar aquella palabra me dio cierto calor al corazón, aunque sentí que no era la mejor ocasión para escucharla por primera vez. Ella parecía enfadada conmigo.

-¿Tu qué? - dijo, poniendo los ojos como platos. Comenzó a reírse. Ella puso los ojos en blanco. Su tía pareció animarse con aquello y se encendió un cigarrillo. Se sentó, cruzando las piernas. - Vaya... Vaya.. - continuó diciendo con una sonrisilla. Volvió a mirarme. - No has cambiado nada, ¿eh? - ella continuaba en silencio.

           Salió de la sala para dirigirse a una habitación. - Al menos esta es más guapa que los otros - Esperó una respuesta que no llegó- Aunque nunca creí que te fuera este rollo- gritó para que ella la oyera. Volvió a mirarme. - ¿Ya te ha llevado a la casita esa que tiene con piscina? - soltó a un volumen mas bajo. Me sonrojé-  Vaya... Lo ha hecho. - rió- Allí lleva a todos sus polvos- dijo con una carcajada más sonora.

           Ella volvió al salón con algo de ropa. - Eso es mío - se quejó la mujer.

-Es solo para dormir. - me tendió una camiseta gris oscura de Metallica. Me señaló el baño.

-Gracias- dije, mirándola, pero ella evitó mi mirada.

-¡Pero si hasta sabe hablar!- dijo su tía.

-¿Puedes dejarla en paz? - espetó ella. Se le había acabado la paciencia.

-Vale... Fierecilla- dijo la mujer, levantando las manos. - Antes tenías más sentido del humor.

          Me cambié de ropa lo más rápido que pude y salí. Un pantalón corto y una camiseta que me llegaba hasta las rodillas, tapando el pantalón, eran todo mi atuendo. Al salir su tía me silvó. Me sonrojé al instante.

-Discúlpala Clara, mi tía está loca. - señaló un hueco en el sofá, a su lado. Me senté sin decir nada. Las tres nos quedamos calladas unos instantes..

- Tía Carol... - comenzó ella- ¿Quién es Leonor? - la miró fijamente a los ojos para que no pudiera rehuir la pregunta.

-Uoh, vaya. ¿De dónde has sacado ese nombre? - dijo ella, realmente sorprendida. Se encendió otro cigarrillo.

-Respóndeme- su mirada, penetrante, seguía fija en su tía.

-Mmm vale. Te lo contaré. Pero antes... ¿Alguna quiere un chupito?

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