Abrió la puerta y me dijo: - Tranquila, no hay nadie. - Me llevó hasta el baño al que fuimos la primera vez. Sacó todo lo que creyó que necesitaría y en silencio comenzó a curarme la ceja con una gasa empapada en un líquido rojo. Le temblaba muchísimo la mano. Tenía los ojos llorosos.
Le cogí la mano.-Lo siento - dijo rompiendo a llorar.
- Eh, no, por favor. Ni se te ocurra - dije acercándome a ella- No es tu culpa. Escúchame, por favor, no es tu culpa - le intenté secar las lágrimas con la mano. - Por favor... - le supliqué. Apartó la vista. - Estoy bien - le aseguré y ella asintió. Se secó las lágrimas y volvió a coger la gasa. No dijo nada mientras me curaba la cara. Yo la observaba. Ella parecía concentrada. De vez en cuando volvía a secarse los ojos y parpadeaba. Comenzó a curarme el labio.
-Déjame pedirte perdón por lo del otro día. - dijo de repente. Era extraño, pero ya no estaba enfadada con ella. Parecía realmente afectada y arrepentida.-No pasa nada - dije, avergonzada de pronto.
-Sí, sí que pasa. Sé que te hice sentir incómoda y no quiero eso, Clara. No estoy riéndome de ti ni esto es una broma. Creo que... me gustas, mucho he de añadir, pero no debí hacerlo. No debí...
- ¿Intentar besarme? - le pregunté. No sabía si era eso lo que había intentado. Agaché la cabeza.
- No volverá a pasar. - me aseguró - quiero sólo ser tu amiga, si tú también quieres.
-Yo... - volví a mirarla, me costaba confiar en la gente pero algo hacía que quisiera confiar en ella.
-No hace falta que respondas ahora. Quítate la camiseta.
- ¿Qué?! - pregunté, sorprendida. Me pilló con la guardia baja. Sentí un leve cosquilleo en la nuca. Me aparté un poco de ella y me empezaron a arder las mejillas.
-Tengo que curarte - dijo sin entender mi reacción.
-Estoy bien... - dije, retrocediendo todo lo que pude. Me miró fijamente.
-Te he visto en el ascensor. Venga, quítatela. - dijo acercándose un poco.
-No - dije con firmeza y aparté mi mirada de la suya.
-Venga... - volvió a suplicarme. - Es lo mínimo que puedo hacer. ¿A qué le tienes tanto miedo? - me preguntó.
- Hay cosas que no quiero que veas- dije, pegándome aún más a la pared. Arqueó una ceja.
-Clara...confía en mí. - dijo agarrándome una mano con delicadeza.
-Tú no lo entiendes- dije sin soltarle la mano.
-Pues déjame intentarlo- dijo, cogiendo el borde de mi camiseta. Le paré la mano. Nos miramos fijamente a los ojos. - Clara... - volvió a suplicarme.
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Inmarcesibles
Storie d'amorePrimera parte. (Temática Lésbica) Explorar lo que se siente cuando las pasiones afloran hacia lo prohibido en una vida tortuosa puede llevarte al descubrimiento más hermoso. Dejarse amar y dar amor, sin importar el género, el sexo o la historia, ahí...