XLI:A LA MIERDA

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- Yo no....yo...- dije trabada.

-Si estás sentada en el círculo tienes que jugar- Espetó Claudia, algo indignada.

-Está bien- dije, tragando saliva. No soportaba a esa tía. Sentía como todos me miraban. ¿Dónde me había metido? Me acerqué a la botella. La giré con más fuerza de la que me hubiese gustado. Sólo podía pensar "Que no me toque ella, que no me toque ella", aunque en el fondo no quería que me tocase nadie más. No podía pensar con claridad, probablemente por culpa del alcohol, el cual también me estaba ayudando a hacer cosas que jamás haría. La botella continuó girando en un tiempo que se me hizo eterno. Comenzó a bajar la velocidad hasta el punto en que casi se detiene en Rafa, pero continuó como movida por magia. Pasó a las dos personas contiguas y paró. Levanté la vista de la botella y allí estaba ella. "Mierda" pensé.

-Ni de coña- dijo ella. Comenzó a negar con la cabeza. Me sentí bastante herida ante su reacción. - ¿No tiene que ser chico-chica?- Preguntó ella. Eso me dolió aún más.

-¿Estás de broma?- Espetó Rafa. - ¿Y perdernos esto?- dijo señalándonos y recolocándose en su sitio.

-No seas tan anticuada- dijo otra chica. A regañadientes se acercó al centro. Con una punzada de dolor me acerqué a ella.

-No tienes que hacerlo si no quieres- dije, algo dolida.

-Es por ti, Clara. No quiero incomodarte- susurro tan bajo que sólo yo la oí.

-¿Seguro que no es porque prefieres a un chico? - le dije, con algo de rencor por su comentario anterior. Ella puso los ojos en blanco. Cogió el primer papel- 7 minutos- dijo y puse los ojos como platos.

-Preparen cronómetros- Dijo Rafa, frotándose las manos como preparándose para disfrutarlo. Tampoco soportaba a ese tío. Me acerqué al segundo recipiente y cogí un pedazo de papel. Al leerlo me sonrojé al instante. - ¿Qué pone?- preguntó ansioso el anfitrión. No era capaz de decirlo. Se lo entregué a ella y su reacción fue parecida a la mía.

-Venga chicas ¿Qué pone?- preguntó Sergio. Ella se lo tendió a él, sin poder decirlo tampoco. Hasta Sergio se sonrojó pero dijo- Sensual. Comenzaron los silbidos y risas. Vi como Rafa ponía cara de emoción.

-Esto se pone caliente- espetó. Ella me miró.

-Terminemos con esto de una vez- le dije. Cogí una gran bocanada de aire y comencé a soltarla lentamente, intentando controlar los nervios. Sentía las miradas de todos sobre mí.

-Clara- dijo ella, dándome la mano. La miré a los ojos.- Tranquila, olvídate de los demás- cogió mi cara entre sus manos- Mírame sólo a mi.- Eso hice. Durante un segundo me perdí en sus ojos. Ella se acercó muy lentamente.- Sensual, ¿Eh?- me dijo con media sonrisa. Yo también sonreí y decidí que iba a pasármelo bien. El resto no me importaba. La miré de nuevo y pensé... A la mierda.







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